300 años de historia marina

“Un guardiamarina es un estudiante que adquiere la formación técnica, naval, moral y militar necesaria para ejercer en el futuro como oficial de la Armada”. Lo cuenta el vicealmirante José Manuel Sevilla, encargado de organizar la completa exposición Guardiamarinas 1717-2017. De la Real Compañía a la Escuela Naval. La muestra, que se podrá ver en el Museo Naval de Madrid hasta el 29 de octubre, hace un recorrido por 300 años de historia de enseñanza marina.

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El transporte y particularmente su seguridad siempre fue uno de los problemas esenciales que abordar, ya desde la carrera de Indias; la piratería era un peligro acuciante que se intensificó por las diferentes guerras con Francia a partir de 1520. En ese momento, España no contaba con un personal de mar organizado como el que conocemos actualmente. “No existían embarcaciones adecuadas ni tripulación idónea para travesías transoceánicas. Una serie de armadas eventuales surgían y desaparecían según las necesidades”, indica Santiago Raffaelli, miembro de la Fundación Museo Naval.

“En el siglo XVI había dos artes para situarse en el océano abierto: navegación por estima y navegación astronómica. Ambos con muchos errores por la falta de tecnología en aquellos momentos, por la inexactitud de los aparatos científicos y por las condiciones meteorologicas y oceanograficas”, destaca el comisario en el catálogo de la muestra. Los años que van a seguir son los más relevantes y decisivos; el arte de navegar se convierte en una ciencia de navegar precisa.

82 piezas pertenecientes a diferentes instituciones, repartidas en cinco espacios, son las que dan cuenta de estos descubrimientos. “La preocupación de España, por definir, dotar y mantener un modelo de enseñanza que le proveyera de los oficiales más capacitados para navegar y combatir en sus unidades, comenzó con Patiño en 1717, con la fundación de la Real Compañía de Guardiamarinas, en Cádiz”, indica el vicealmirante Sevilla sobre la creación auspiciada por Felipe V. La formación teórica consistía en dos semestres en los que se aprendía geometría, trigonometría, cosmografía, náutica, fortificación, artillería, armamento, manejo de fusil, evolución militar, construcción naval y maniobra de naos, así como música, esgrima y danza. Una vez superado este periodo académico, los alumnos embarcaban seis años para ejercitarse en el pilotaje y la hidrografía.

Grandes militares y científicos como Jorge Juan, Antonio de Ulloa, Cosme Damián Churruca o Luis de Córdova y Córdova serán los encargados de expandir el territorio español en la otra punta del mundo. “España durante el siglo XVIII, explora todo el continente norteamericano del Océano Pacifico, llegando hasta Alaska y las Islas Aleutianas, con dotaciones preparadas técnica y científicamente”, señala Sevilla. "El inicio de las exploraciones holandesas, británicas y francesas por el Océano Pacífico, imputándose descubrimientos ya realizados en siglos anteriores, por los españoles, nos va obliga a redefinir con mayor exactitud los ya realizados", continua explicando el organizador de este trabajo fundamental para entender nuestra evolución en los mares.

Los avances que muestra la exposición llegan hasta hoy. “La instrucción de los guardiamarinas ha evolucionado y, en múltiples ocasiones, también se ha transformado de la mano de los sucesos historicos y políticos”, apunta. En la actualidad los nuevos militares se forman con la carrera universitaria de ingeniero mecánico al mismo tiempo que la de oficial de la Armada.

Instituciones de tanto calado como el Real Observatorio de la Armada, organismo designado para llevar el control de la hora oficial en España y con un extraordinario sistema de detección sismográfica, o el Instituto Hidrográfico de la Marina, organismo oficial que se encarga de levantar y actualizar la cartografía marina de nuestras costas, van a ser algunos de los principales beneficiados cuando los guardiamarinas obtengan su titulo.