Y la ‘performance’ llegó a Madrid

Allan Kaprow (1927-2006) fue uno de los pioneros de las disciplinas del happening y la performance. En 1975 visitó la madrileña galería Vandrés, en lo que desde el Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M) de la Comunidad de Madrid consideran uno de los hitos más relevantes de la historia del galerismo contemporáneo de la capital. Por eso dedican a las acciones del estadounidense la muestra Allan Kaprow. Comfort Zones. Junio 1975, que se puede ver hasta el 15 de octubre.

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Un poético verano

Un cuerpo insignificante y ubicuo

Lo que trajo Kaprow fueron protocolos de acción para ocho parejas (en momentos en los que lo íntimo aún era coartado) que se realizaron en dos días de aquel verano y de los que solo quedó la documentación, como siempre ocurre con este arte efímero. Para los comisarios, Elena Fernández Manrique y Manuel Segade, la intervenciones de Kaprow supusieron un punto de apoyo para la introducción de nuevas formas de arte en el panorama artístico de una España que trataba de quitarse el polvo de la dictadura. Era la hora de la “sincronización internacional del mercado del arte español”.

La palabra clave de aquella acción fue now (ahora) que los miembros de las parejas iban repitiendo y que determinaba cuando se alcanzaba la zona de confort (esa que ahora nos impelen a abandonar constantemente con la promesa de alcanzar mejor lugar en la competición social). La exposición incluye fotografías y vídeos, así como los “cuadernos de actividad” que se produjeron.

Para adentrarse en las ideas de Kaprow también se recomienda su libro Entre el arte y la vida. Ensayos sobre el happening, publicado recientemente en España por la editorial Alpha Decay, donde el artista teoriza sobre la necesidad de crear un arte más “próximo a la vida”, encarnado en disciplinas y movimientos como Fluxus, el body art, el land art o la propia performance.