La gran mano ‘queer’
Hay una mano muy grande en Matadero en la que uno puede entrar
Hay una mano muy grande en Matadero en la que uno puede entrar. Dentro, en un ambiente rojizo y rosado, se puede acceder al interior de los cinco dedos, sentarse (casi tumbarse) en un cómodo asiento y ver las piezas de videoarte que se proyectan al fondo, en lo que sería el interior de las yemas. Hay sillas y mesas donde reposar en este paisaje relajado, cálido y uterino, y una mesa donde consultar una nutrida colección de fanzines de temática queer, publicados en España desde los años 70, durante la represión franquista, hasta el momento actual, y que dan buena cuenta de la historia reciente de este movimiento que lucha por la libertad en las cuestiones de identidad sexual.
El conjunto, que trata de mezclar diversas disciplinas artística (como es deseo de este Centro Internacional de Artes Vivas, que dirige Mateo Feijóo), toma el título de Dactiloscopia rosa. La gran mano de látex es una obra site specific para la Nave 11 del creador Marco Canevacci, fundador del colectivo berlinés Plastique fantastique, que ha inflado grandes estructuras de plástico, arquitectura efímera, en diferentes capitales de todo el planeta. Las piezas de videoarte, de los autores Francisco Brives, Alessandro Amaducci, colectivo A.V. o José Ramón da Cruz, comparten la temática queer (identidad, cuerpo, género) con los fanzines, que ha aportado el Archivo Transfeminista Kuir del centro de arte La Neomudéjar, junto con material audiovisual de diferentes manifestaciones y encuentros de estos colectivos durante los años 90.
"Los humanos nacemos en unos dispositivos (nuestros cuerpos) que desde el minuto cero de nuestro pulso vital son sistemáticamente sometidos al control, a la designación clínica y al uso político", escriben los codirectores de La Neomudéjar, Francisco Brives y Néstor Prieto, "¿es posible un mundo más allá de este marco sistémico?".
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