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El radar móvil en la calle de Galileo controla a 400 coches en dos días

La reapertura del tramo peatonalizado, ahora limitado a 20 kilómetros, no frena las protestas y ha producido una multa

Radar móvil instalado en el tramo regulado de la calle Galileo.
Radar móvil instalado en el tramo regulado de la calle Galileo.Kike Para

El radar móvil colocado en la calle de Galileo tras su reapertura al tráfico ha controlado a 400 vehículos y multado un coche desde su instalación, el pasado 29 de agosto. Así lo ha explicado este jueves la primera teniente de alcalde, Marta Higueras, quien afirmó que el ejecutivo municipal sigue "evaluando" el impacto de esta iniciativa. Vecinos del distrito pidieron en los meses anteriores la reversión de la peatonalización y la retirada del mobiliario urbano colocado en la calzada dentro del plan Chamberí Zona 30.

Higueras no ha descartado que en el futuro el Ayuntamiento realice nuevas correcciones en su planteamiento de "urbanismo táctico" ejecutado en 70 metros de la calle de Galileo. "Tenemos en cuenta todas las críticas", afirmó la edil, ante las preguntas de después de la junta de gobierno. El Ayuntamiento agrega que, en su opinión, el hecho de que en dos días solo se sancionara a un vehículo, demuestra que el radar es "visible" y que la señalización instalada "provoca una natural reducción de velocidad", según Efe.

Con el lema "urbanismo táctico" el Ayuntamiento, dirigido por Manuela Carmena, implantó en la calle de Galileo un modelo innovador de peatonalización, que fue duramente criticado por vecinos y partidos de la oposición. El diseño del Consistorio consiste en intentar reducir el tráfico de paso en Chamberí a través de microactuaciones que, además de cortar la calle, "ocupen" la calzada con mobiliario para que los residentes puedan aprovechar de la zona.

Sin embargo, los principales detractores de este plan han sido los residentes. En pocos días sumaron 2.000 firmas en contra del proyecto que creen está atascando el tráfico en el barrio, empeorando la calidad del aire, y favoreciendo el botellón. Tras las protestas, el pasado 24 de agosto el gobierno dio marcha atrás. Mantuvo, por otro lado, el mobiliario en una parte de la calzada y aseguró seguir con su objetivo de reducir la contaminación.

El colectivo de vecinos Chamberí Se Defiende cree que el radar móvil tiene un afán recaudatorio. "Esa reducción a 20 kilómetros por hora, cuando en el resto de la calle [una vía que cruza Chamberí en línea recta] la limitación es a 40, carece de sentido", dicen. Además, añaden que no saben qué pasará con las sanciones impuestas en los 75 días en los que el tramo de la vía estuvo cerrado al tráfico.

El llamado proyecto Chamberí Zona 30 prevé repetir en otros puntos de Chamberí el "experimento" de Galileo. Los ecologistas, grupo tradicionalmente afín al gobierno de Manuela Carmena, insisten en que el proyecto se mantenga, mientras que los residentes optan por la reversión integral del plan, o por lo menos por la retirada del mobiliario urbano.

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La oposición, PSOE, PP y Ciudadanos, reitera por su lado que el Ayuntamiento tiene que acatar las mociones aprobadas en el pleno. En julio, el ejecutivo perdió una votación sobre el mantenimiento del proyecto Chamberí Zona 30. El debate proseguirá presumiblemente en septiembre en el pleno de distrito.

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