Los vendedores del ‘top manta’ vuelven a instalarse en la Barceloneta
Los Artesanos del Pla de Palau denuncian la falta de agentes
Los manteros han regresado a la zona del Paseo Joan de Borbó y el Moll del Dipòsit del barrio de la Barceloneta. El mercadillo de venta ilegal de productos falsificados ha resucitado después de que desaparecieran de la explanada las furgonetas cargadas de agentes de los Mossos d’Esquadra. El zoco ha renacido de la noche al día y los Artesanos del Palau de Mar, que comercian en la zona, han lanzado un nuevo grito de ayuda.
El 15 de julio de 2016 los Mossos d’Esquadra, la Guàrdia Urbana y la Policía Portuaria se plantó en la explanada del paseo Joan de Borbó. Decenas de manteros habían convertido, desde mayo de ese año, la zona en un mercadillo ilegal que se había cronificado. Un lugar donde, sobre todo, turistas podían adquirir camisetas de equipos de fútbol, zapatillas deportivas, palos selfies, fruteros, juguetes e incluso calzoncillos.
Los agentes se instalaron a primera hora de la mañana del 15 de julio de 2016 en mitad de la explanada. Allí han estado desde primera hora de la mañana hasta las 21.30 cada día durante meses y meses. Estáticos y vigilantes ataviados con sus armas largas. El Departamento de Interior siempre argumentó que la presencia de agentes tanto en esa zona de la Barceloneta como en las proximidades del centro comercial Maremágnum y otros lugares estaba relacionada con labores de orden público.
“El operativo no ha servido de nada”
El portavoz de la Unión Sindical de la Policía Autonómica de Cataluña (USPAC), Josep Miquel Milagros, criticaba ayer: "Semanalmente han sido muchos los compañeros del ARRO de Tarragona, Lleida… que han tenido que desplazarse para trabajar en La Barceloneta. El servicio que realizaban realmente estaba muy indicado para evitar que se colocaran los manteros en la zona. Tras un año de operativo está claro que no ha servido para nada". Milagros califica de "desastre" que todo continúe igual y le sorprende que siendo, la Barceloneta, uno de los barrios más turísticos de la capital catalana hayan eliminado la presencia de los ARRO "después de que el consejero Forn anunciara que aumentaría un 20% la presencia de agentes destinados al orden público".
Por su parte, uno de los portavoces del Sindicato Mantero, Lamine Sarr, se acogió ayer el desconocimiento para no realizar ninguna valoración.
Charlie Hebdo
Cuando en enero de 2014 los hermanos Kouachi mataron a una docena de personas en la sede parisina del Charlie Hebdo Cataluña estableció el nivel de alerta 4 (en una escala de 5) de atentado terrorista. Nunca se ha reducido el nivel. La presencia de agentes uniformados como antidisturbios y con armas largas dejó de sorprender. Los mandos de los Mossos d’Esquadra decidieron que un lugar apropiado para estas vigilancias estáticas era Joan de Borbó. Allí colocaron dos furgonetas. Una decisión que se tomó días después de que el Síndic de Greuges reuniera en una misma mesa a todas las administraciones para abordar el fenómeno del top manta.
Los agentes hacían funciones de orden público justo donde antes se colocaban los manteros y, por tanto, evitaban, de paso, que se instalará el mercadillo.
A mediados de julio de este año dimitió el director de los Mossos d’Esquadra, Albert Batlle, poco después de que Joaquim Forn asumiera el cargo de consejero del Interior. “El día después de que se fuera Batlle, en lugar de las furgonetas vinieron solo coches patrulla”, detalló ayer una representante de los Artesanos de Pla de Palau. Estos 21 comerciantes pagan las tasas y permisos para instalarse en la zona del Moll del Dipòsit y comprueban a diario como la venta ilegal les hace competencia. Los Mossos dejaron de ir, definitivamente, a la zona después del atentado del 17 de agosto. “Ahora sólo hay una pareja de policía portuaria que está radicalmente en minoría ante decenas de manteros”, aseguró una de las artesanas. “Hemos perdido en un día lo que habíamos ganado en más de un año”, sentenció.
Los artesanos confiesan que durante estos meses, cuando llegaban las 21.30 y se marchaban los Mossos, empezaban a desfilar manteros con petates y se instalaban en la zona a la caza de turistas. “Nosotros tenemos permiso hasta las 23.00 y en cuanto aparecen ellos los clientes dejan de comprarnos”, asegura. “Ahora están desde la mañana hasta la noche, es una ruina, hemos dejado de vender. Lo peor es que cuando Forn estaba en la oposición vino a visitarnos y exigió responsabilidades. Ahora es el consejero del Interior y es el que nos ha eliminado los Mossos y está provocando que se nos hunda el negocio”, concluye.
“Para colmo, a veces vienen unos operarios que aseguran ser mediadores del Ayuntamiento. Pretende que lleguemos a algún tipo de acuerdo con los vendedores ilegales”, asegura la tendera.
La explanada de Joan de Borbó estaba ayer repleta de vendedores ilegales. Se dividen la mercancía por nacionalidades así mientras los senegaleses tienden a vender zapatillas y ropa deportiva falsificadas los paquistaníes este año están haciendo el agosto con la venta de pareos y abanicos.
Más de un año de presencia policial que no ha acabado con el top manta. Un fenómeno que se da en toda Europa.
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