Los Mossos dan por desarticulada la célula, pero no cierran el caso
La prioridad de la policía era detener a Abouyaaqoub, conductor que atropelló a la multitud en La Rambla
Con la muerte a tiros en una carretera local de Subirats (Barcelona) de Younes Abouyaaqoub, autor del masivo atropello en La Rambla de Barcelona, los Mossos d’Esquadra dan por desarticulada la célula que ha matado a 15 personas en Barcelona y Cambrils. Pese a ello, la policía catalana no da por cerrada la investigación ni descarta que otras personas hayan prestado algún tipo de apoyo al grupo. Ocho de los terroristas han fallecido y han sido detenidos otros cuatro, que este martes pasarán a disposición de la Audiencia Nacional. Entre los fallecidos está el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, cuyo ADN ha sido encontrado en los restos humanos hallados entre los escombros de la casa de Alcanar (Tarragona), utilizada como base de operaciones por la célula.
El mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, destacó a la una de la tarde de este lunes que, una vez restablecida la seguridad en toda Cataluña, la prioridad absoluta de la policía catalana era cerrar el último fleco aún abierto de los cinco días de terror vividos: la detención de Abouyaaqoub, huido desde que el jueves por la tarde atropelló a una multitud en La Rambla de Barcelona. Para ello, los Mossos hicieron públicas imágenes del supuesto terrorista y pidieron ayuda a la población para localizarle. Menos de cuatro horas más tarde, dos avisos llevaron a los agentes hasta Subirats, donde Abouyaaqoub fue abatido.
Trapero no descartó por la tarde, en una nueva comparecencia a las 19.30, que pueda haber más detenciones o que la investigación se extienda a nivel internacional. Pero sí dio por eliminado el núcleo del grupo surgido de la localidad de Ripoll (Girona). “Nos centramos en 12 personas”, señaló. “Todos los contactos y papeles no iban más allá de esas 12 personas. Habrá que reconstruir todas las relaciones [de la célula], pero todo lo que se ha hecho está en esas 12 personas”, añadió.
Como líder del grupo, los Mossos sitúan a Abdelbaki es Satty, de 42 años, quien hace solo cuatro años cumplía una pena de cuatro años en la cárcel de Castellón por traficar con hachís —actividad repudiada por los islamistas— y que en 2015 llegó a Ripoll, donde consiguió reclutar a un grupo de jóvenes musulmanes aparentemente bien integrados hasta convertirlos en un peligroso grupo de fanáticos.
Al menos tres eran menores de edad y entre ellos había cuatro grupos de hermanos (dos miembros de los Oukabir, los Abouyaaqoup y los Hychami y tres hijos de una misma familia, los Aalla). Los dos primeros en fallecer fueron el propio imán y Youssef Aalla, de 22 años. Ambos perdieron la vida en la explosión de gas que reventó la casa de Alcanar la noche del pasado miércoles.
Los cuerpos de los dos fallecidos en Alcanar quedaron tan destrozados que ha sido necesario recurrir a las pruebas de ADN para confirmar sus identidades, lo que no se produjo hasta este lunes. Un tercer terrorista, Mohamed Houli Chemial, de 21 años, resultó herido en la explosión y se encuentra entre los cuatro detenidos.
Los detenidos declaran este martes ante el juez
Los cuatro detenidos por los Mossos d’Esquadra por el ataque terrorista en Barcelona y Cambrils declararán este martes ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, que está al frente de la investigación. Se trata de Driss Oukabir, Mohammed Alla, Salh el Karib y Mohamed Houli Chemal.
El primero de ellos, hermano de uno de los cinco terroristas abatidos en el paseo marítimo de Cambrils, fue detenido por los Mossos tras el atropello de La Rambla en las inmediaciones de la comisaría de los Mossos, en Ripoll. Él asegura que iba a denunciar que su hermano le había robado la documentación que fue utilizada para alquilar las furgonetas utilizadas para el ataque.
Cambio de planes
La explosión de Alcanar, ocurrida cuando el grupo trataba de montar un gran artefacto explosivo hecho con bombonas de butano y propano, obligó a la célula a cambiar sus planes. De preparar uno o más vehículos bomba para hacerlos estallar en Barcelona, los terroristas pasaron a improvisar un doble ataque: un atropellamiento masivo en Barcelona y un ataque múltiple con cuchillos en Cambrils.
Younes Abouyaaqoub, abatido este lunes, fue el siguiente miembro de la célula en entrar en escena. Lo hizo a bordo de la furgoneta de La Rambla que, con la explosión de Alcanar en sus primeras fases de investigación, hizo tomar conciencia al mundo de que el terrorismo islamista había dado un nuevo zarpazo en la Unión Europea. Poco después del atentado, fueron detenidos el mayor de los Oukabir, Driss, de 28 años —que aseguró que su hermano pequeño le había quitado la documentación con la que fueron alquiladas dos de las furgonetas utilizadas por la célula— y Sahl el Karim, dueño de un locutorio en Ripoll. Horas más tarde, también sería detenido el mayor de los Aalla, dueño del Audi A3 utilizado en el ataque en Cambrils.
Fue en esta localidad de la costa de Tarragona donde la célula sufrió más bajas: cinco fallecidos en apenas unos minutos cuando, tras saltarse un control policial, el Audi A3 volcó y los terroristas salieron del coche armados con cuchillos y falsos cinturones de explosivos. En el paseo marítimo murieron el pequeño de los Aalla —Said, de 19 años—, Mohamed Hychami, de 24 años, y los tres menores de edad: Moussa Oukabir, Omar Hychami y Houssaine Abouyaaqoub.
Ninguno de los integrantes de la célula tenía antecedentes por terrorismo ni estaban bajo el radar de los servicios de inteligencia.
Detonadores preparados para un ataque inminente
En la casa de Alcanar (Tarragona) que, presuntamente, sirvió de base logística para preparar un gran atentado en Barcelona no solo había bombonas de butano —más de un centenar— y trazas de material explosivo. Los Mossos d’Esquadra, que continúan con los trabajos exhaustivos en torno a la vivienda, han hallado en las últimas horas detonadores y el material necesario para activar artefactos explosivos. Eso hace pensar a la policía autonómica que la célula terrorista pretendía atentar en Barcelona “de forma inminente”. “Muy probablemente, el jueves”, es decir, el mismo día en que el grupo cometió el atropello masivo en La Rambla, según precisó este lunes el jefe del cuerpo, Josep Lluís Trapero. El miércoles, víspera del atentado, una explosión fortuita en la vivienda frustró los planes del grupo.
En la zona, los Mossos han encontrado restos mortales de dos de los integrantes de la célula. Trapero reveló este lunes que los terroristas usaron dinero del robo de joyas para hacerse con las bombonas y el material explosivo.
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