La economía catalana bate récords pero con 438.000 empleos menos
La Generalitat espera que se cree hasta 2018 un tercio de los puestos de trabajo destruidos por la crisis
La salida de la crisis económica en Cataluña deja un sabor agridulce. Por un lado la Generalitat, como otras entidades, prevé un nuevo récord en el crecimiento de la actividad que podría rondar el 3%, muy por encima de la mayoría de las economías europea avanzadas y similar a las tasas de crecimiento de 2007. De cumplirse estos pronósticos, el Producto Interno Bruto (PIB) llegaría a los 232.000 millones de euros. Unas cifras excelentes que, sin embargo, no tienen reflejo en el mundo laboral. El volumen de empleo es un 10,9% inferior al de hace una década, es decir, 438.000 puestos de trabajo menos.
“Nuestra economía ha sido capaz de encontrar un camino de crecimiento sostenible, diversificado y robusto”, aseguró ayer el vicepresidente Oriol Junqueras durante la presentación del Informe Anual de la Economía Catalana 2016. El responsable económico del Govern presentó la memoria junto al secretario de Economía Pere Aragonés y la directora de Análisis Económico, Natalia Mas.
El buen desempeño viene impulsado por los récords en exportaciones —suben un 4,1% con respecto a 2015 y son más de una quinta parte del total de las del Estado— y captación de inversión extranjera directa. Esta fue superior a los 5.000 millones de euros, un aumento del 2,3%. Cataluña, explicó Mas, es la cuarta región de Europa con más inversión extranjera directa, detrás de Londres, Escocia y Moscú. Unos datos que Aragonés también aprovechó para enmarcar en el debate independentista: “El proceso político no afecta a la inversión extranjera, y si afecta es de forma positiva”, aseguró el secretario.
La industria continúa liderando la recuperación, continuó Mas, si bien primera vez en ocho años la construcción volvió a crecer (3,2 %). Capítulo aparte está el turismo, que encadena años de superar sus propias marcas tanto en número de visitantes extranjeros (18,1 millones, un 4,3% más con respecto al 2015) como al volumen de gasto efectuado (unos 17.400 millones, un 4% más).
Junqueras se mostró confiado en que se repita la historia del año pasado y las previsiones de crecimiento se queden cortas. En 2016 se superó el máximo histórico de PIB del período anterior a que estallara la crisis económica y el vicepresidente espera que este año ronde los 232.000 millones de euros. Con los números actuales, para el 2018 se podrían superar los 240.000 millones.
Trabajadores pobres
“Nos gustaría también ponerle a nuestra economía el adjetivo de inclusiva”, aseguró Aragonés. El lunar negro del informe es el mundo del trabajo, algo de lo que Junqueras no rehuyó si bien puso en valor la reducción de la tasa de paro, que espera que se sitúe entorno al 11,6% a finales del próximo año. En 2013, era 7,4 puntos porcentuales más alto.
Los tres problemas a atacar, de acuerdo con Junqueras, son la alta tasa de temporalidad, los elevados niveles de paro juvenil y de larga duración y los salarios bajos. El vicepresidente alertó de que una parte de la población “sigue estando muy cerca del umbral de la pobreza” a pesar de tener empleo. De ahí que una de las asignaturas en que más quiere incidir es recuperar salarios, ya que las retribuciones bajas pueden implicar un riesgo para el crecimiento. Las mejoras, dice el informe deben ir “en la línea de los incrementos de productividad”.
La Generalitat espera que se creen hasta 2018 un total de 156.000 nuevos puestos de trabajo, un poco más de la tercera parte de los 438.000 empleos menos que se perdieron si se comparan 2008 y 2016. Las prestaciones de paro solo cubren al 26,9% de los desempleados. Un colectivo que podría ser susceptible de participar de la renta garantizada de ciudadanía, la prestación aprobada hace poco por el Parlament. Aragonés aseguró que no se descartan cambios dentro de la ayuda para aumentar su cobertura si bien aseguró que primero hay que dejarla “rodar”.
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