Artivismo en la Tàpies
Un estibador complementa en el puerto la exposición de fotos del mar de Allan Sekula y manteros y activistas brasileños actúan este jueves en la Barceloneta
Arte y activismo: artivismo. La Fundació Tàpies, que dirige Carles Guerra, lleva una buena temporada regenerando sus propuestas expositivas, acercándolas más a la calle y a colectivos artísticos que no terminan de sentirse cómodos ni en museos ni en galerías. La Tàpies presenta como marco general del programa de este verano una retrospectiva del fotógrafo documental Allan Sekula sobre los trabajadores del mar, justo cuando la estiba barcelonesa ha vivido problemas importantes. En este marco, el sábado pasado una embarcación de las Golondrinas embarcó a un centenar de personas en una visita al puerto guiada por el estibador Juan Carlos Marín. El estibador contaba por lo menudo lo que Sekula ha documentado a fondo y ahora se puede ver en la Tàpies. El puerto, con sus problemas de estiba, sigue siendo un desconocido para la ciudad.
Y en paralelo a esos trabajos de Sísifo, al que remite la expo de Sekula, mañana jueves están previstas dos actuaciones en la Barceloneta que plantean desde el artivisimo —conjunción que viene de lejos— cuestiones muy crudas para los vecinos de uno de los barrios más estresados por su condición turística y su viejo reclamo de barrio marinero. Un programa sorprendente para muchos visitantes. El reto es que quienes van a la Tàpies vayan también a la calle. El sábado fueron un centenar.
A las ocho de la tarde, se presentará mañana en la Barceloneta el colectivo brasileño Opavivará!, que desde hace años se dedica a darle la vuelta a los espacios públicos en los que presenta sus cosas: aquí, pareos con frases que son un reclamo a frases que han oído a menudo a los vecinos del barrio, por ejemplo: “Rio porque não choro”. Han estampado las frases en las telas, que dejarán extendidas por la arena o colgadas de balcones durante este mes de julio. Los Opavivará! se dedican desde 2005 en São Paulo a dar cobertura y ayuda a la venta ambulante: crean situaciones en el espacio público de manera que entrecruzan el comercio precario y la performance artística. Si no existiera tanta venta ambulante por tantísimos países, esto no tendría sentido. Son muchos los marcos mentales a atravesar, y uno de ellos es cómo sobreviven tantos migrantes, eso que ahora llamamos top manta.
Denominación que ahora es además una marca comercial, Top Manta. Se presentó en la misma Fundación Tàpies la semana pasada: comercializa zapatillas deportivas, camisetas, fundas para móviles, bolsos… En las salas nobles de la antigua editorial Montaner y Simón que acogen los carísimos Tàpies, el Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona, conocido como Sindicato de Manteros, presentó sus productos. No estuve allí, no les puedo hacer la crónica directa del acto. Me remito a lo que nos contó aquí Alfonso L. Congostrina y a la foto de Massimiliano Minocri: Lamine Bethily era uno de los modelos que lucían los productos. Le gustaría que en el dorsal de la camiseta estuviera escrito el lema del sindicato: “Sobrevivir no es delito”.
El sindicato se creó en 2015, pero según cuenta uno de sus promotores y portavoces, Aziz Faye, aunque han hecho numerosos avances en los materiales el problema sigue siendo que la presión policial les impide vender. Entrar en el museo es un paso adelante para ser vistos como unos comerciantes más.
¿Iremos los visitantes de la Tàpies a la Barceloneta para seguir este artivismo que hoy jueves se presenta allí? Sí, no, quién sabe: lo seguro en todo caso es que por sus calles y en la playa aparecerán estos grandes pareos donde está escrito (en portugués): “Río porque no lloro”. La cita es a las 20.00 horas delante del Centre Cívico de la Barceloneta. Se verán pareos y también postales que los artistas brasileños han preparado con el Sindicato de Manteros. Para terminar con degustación marinera a cargo de Marina Monsonís, cocinera y artivista.
¿Qué hace Marina Monsonís? Nos dicen en la Tàpies que investiga y reflexiona sobre los procesos sociales, históricos y políticos de la Barceloneta, o sea del mar y sus gentes hoy eclipsados por el fenómeno turístico, para recuperar recetas. La cocinera investiga y cocina, explicando de dónde salen sus platos, si se cocinan aún o no; al mismo tiempo, Carla Boserman ilustrará con relatos proyectados los contextos de las recetas.
Esto mañana. Artivismo: arte & activismo, de nuevo. Tal vez se tendría que hacer algo similar con el metro barcelonés, con esta huelga que está durando sin cesar y que no parece encontrar hasta ahora interlocutores.
Mercè Ibarz es escritora y profesora de la UPF.
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