Los ‘riders’ de Deliveroo se plantan con sus bicicletas
Los repartidores celebran una jornada de huelga para exigir mejores condiciones laborales


Una veintena de bicicletas se amontonaban ayer en la entrada de la calle Porta del Ángel, en el centro de Barcelona. A su lado, una pirámide de cajas de reparto de la multinacional Deliveroo sostenía una pancarta que rezaba: Riders en huelga. Era la puesta en escena del medio centenar de repartidores (conductores de bici o moto) de Deliveroo, la aplicación móvil de envío a domicilio, que ayer se concentraron en la ciudad para denunciar sus condiciones laborales. La manifestación era el punto de partida del paro que celebraron, junto a otras ciudades españolas (Zaragoza, Madrid y Valencia), de ocho de la tarde a 11 de la noche, las horas de más demanda.
Los trabajadores denunciaron las presiones de la empresa para que firmen un nuevo contrato que pone en jaque ciertas condiciones laborales básicas. “Los objetivos son tres: que reincorporen a los 15 trabajadores despedidos en toda España como represalia por divulgar la huelga, que nos aseguren un mínimo de 20 horas semanales y que nos garanticen un mínimo de dos pedidos por hora”, explicaba ayer Eve Llagostera. La empresa les paga alrededor de cuatro euros por pedido, por lo que quieren asegurar una remuneración de ocho euros por hora.
Los repartidores —unos 230 en Barcelona, 950 en toda España— se han organizado en torno a la plataforma Riders x Derechos, creada dentro de la Intersindical Alternativa de Cataluña. “Somos una contradición laboral porque somos autónomos pero la empresa nos trata como asalariados. Somos falsos autónomos”, lamentaba ayer otro rider.
El colectivo prepara más manifestaciones y una nueva jornada de huelga que previsiblemente se prolongaría desde el próximo jueves hasta el domingo.
Sobre la firma

Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.