Una de cada cuatro adolescentes barcelonesas reconoce haber sufrido acoso sexual

El 26,4% de las adolescentes barcelonesas de 17 años han sido víctimas alguna vez de acoso sexual. Así lo constata una encuesta de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) que radiografía, cada cuatro años, los hábitos de vida de los jóvenes de entre 12 y 18 años. Según  el informe, el porcentaje de alumnas de segundo de bachillerato que aseguran haber sufrido acoso sexual — entendiendo como tal cualquier conducta verbal o física con contenido sexual que sea ofensiva o no deseada— es 12 puntos superior al registrado hace cuatro años. La Comisionada de Salud, Gemma Tarafa, no ha entrado a valorar si este incremento se debe a una mayor sensibilización con este tema por parte de las jóvenes o han incremento real de situaciones de acoso.

Las adolescentes de más edad son las que muestran un porcentaje mayor de acoso sexual. Entre las alumnas de cuarto de ESO la cifra de afectadas es del 14,6% y en las estudiantes más jóvenes, de segundo de ESO, el porcentaje baja al 6,8%.

Con todo, si en algo coinciden todas las edades es que el lugar más común donde sufren este tipo de acoso es en la calle. Una de cada cinco alumnas de bachillerato asegura haber sido víctima de acoso sexual en la calle. "Se observa un aumento de los porcentajes especialmente en el acoso sexual en la calle y en otros lugares que mayoritariamente son fiestas, bares, discotecas y la casa de otras personas", reza el informe.

La encuesta también ha constatado un incremento del consumo de cannabis, sobre todo en barrios de buena situación económica. Frente a una bajada del hábito del tabaco y el alcohol, la ASPB ha visto que la tendencia descendente que se había registrado desde 2004 hasta 2012, vuelve a repuntar.  "En el 2016 el consumo aumenta con la edad y es siempre mayor en chicos que en chicas", sostiene el informe.

Así, el consumo de riesgo de cannabis ha pasado del 7,7% en 2012 al 10% entre los hombres de bachillerato. También se ha girado la tendencia entre los alumnos de segundo de ESO, que han pasado de ser el 1,4% al 1,8%. Entre las alumnas de este misma edad también ha repuntado ligeramente el consumo. 

El Ayuntamiento de Barcelona ha reconocido que toca revisar e implementar las políticas públicas para atender a la salud mental de las adolescentes, abordar el maltrato en la pareja y el acoso a las chicas, reforzar las medidas para reducir el consumo habitual de cannabis, entre otras medidas. "Esto lo cambiaremos desde el abordaje de la desigualdad", ha indicado Tarafa, que ha recordado que las cifras fluctúan según el contexto socioeconómico del entorno.