Un barrio pintado

El barrio de Lavapiés ha sido, tradicionalmente, uno de los que mayor cantidad de arte urbano reúne por metro cuadrado de pared. Este mes la cosa va en aumento, huele a pintura y a espray, todo se llena de colores inopinados en muros, escaparates, ventanales, con la celebración de la cuarta edición del festival CALLE (Convocatoria Artística Libre Lavapiés Emergente), que convierte estas calles en una especie de museo callejero al aire libre. Durante estos días, 50 artistas (seleccionados de entre 200 propuestas, con proyectos específicos para el festival teniendo en cuenta la integración de la obra con el comercio y reuniendo diferentes disciplinas artísticas) han intervenido con sus creaciones 50 establecimientos del barrio, de farmacias a mueblerías, de restaurantes a zapaterías, de tiendas de decoración a castizas tabernas.

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“Lo más interesante de esta iniciativa es la convivencia en el entorno urbano, meterte en la vida cotidiana de un barrio”, dice la artista participante Miss Grandson. “Estas intervenciones pueden modificar el camino de un vecino que pase por la calle y se pare a preguntarte. También muestran que el trabajo de los artistas es un trabajo real”. Se trata de una iniciativa de la muy activa Asociación de Comerciantes de Lavapiés, bajo la dirección artística del colectivo Madrid Street Art Project, que también organiza safaris urbanos por el barrio (en los que, en vez de elefantes y jirafas, se ve arte urbano) y gestiona los Muros de Tabacalera, cubiertos, a la sazón, de grandes murales artísticos.

Entre los participantes está el italiano Moneyless, artista invitado de esta edición, con una intervención en la plaza de Arturo Barea, mientras que los barceloneses de Cocolia realizarán la Obra Alhambra (la cerveza patrocinadora) en Argumosa, 28. El festival dura hasta 28 de mayo y se ofrecen visitas guiadas para conocer los pormenores de cada creación.