“No se entendería el Automobile sin la presencia del móvil”

Enrique Lacalle (Barcelona 1950) es el presidente del salón Automobile de Fira de Barcelona, el encuentro bianual de la industria automovilística que se inaugura hoy. Es miembro del consejo de la organización y también fue concejal del Ayuntamiento de Barcelona y diputado por el PP. Lacalle asegura que este salón, que cuenta este año con la intervención del Mobile y el Smart City Congress en algunos eventos, “completa la capitalidad del móvil de Barcelona”. “Vivimos en un mundo en el que estamos constantemente pegados a este aparato y ya no se entendería el Automobile sin la presencia del móvil”, añade.

La alusión a los congresos clave de Fira no es casualidad. Este año el salón de los coches se divide en dos y dedica una parte entera —durante hoy y mañana— a la discusión tecnológica de la mano del 4YFN, el laboratorio de startups impulsado por el Mobile. Lacalle cree que, lejos de que el móvil tenga una presencia excesiva en las ferias que organiza Barcelona, es una necesidad que impregne todos los salones.

A pesar de todo, el ejecutivo explica que en el salón no faltará la tradicional exposición de vehículos, que tendrá lugar desde mañana hasta el 21 de mayo. “Es una referencia histórica y no puede faltar. Es un salón muy popular al que viene gente de toda Cataluña a ver las novedades”, dice. En su opinión, el salón barcelonés puede competir perfectamente con Fráncfort o París y espera congregar al menos la cifra de visitantes de 2015: unos 650.000.

El presidente del salón explica que la feria, ahora sí, cuenta con el respaldo absoluto del sector, en contra de los años más duros de la crisis en los que estuvo en cuestión su celebración. “Esa época ya ha pasado”, añade. Lacalle recuerda que, con todo, la industria española está creciendo en matriculaciones (un 12,6%) y exportaciones (3,3%) el último año.

Uno de los asuntos en los que hace énfasis en la renovación de los cargos del Consejo de Fira prevista para el próximo julio. Lacalle defiende que los nuevos miembros tengan un perfil profesional, tal y como él considera que ocurre ahora: “Fira ha conseguido unos ingresos de 160 millones de euros en 2016 con una dirección de perfil muy profesional. La lógica dice que si algo funciona, mejor no tocarlo”. El temor del ejecutivo viene por la posibilidad de que la alcaldesa de la ciudad Ada Colau, proponga personas críticas con el modelo de negocio que Fira ha tenido hasta ahora o políticos independentistas por parte de la Generalitat. La elección del presidente y los consejeros corresponde al Consejo General, una especie de junta de los accionistas propietarios de la organización entre los que están ambas administraciones y la Cámara de Comercio.