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La pobreza cuadruplica el riesgo de muerte prematura

Las niñas de familias sin recursos tienen cuatro veces más riesgo de sufrir dolencias graves que las hijas de padres con rentas altas

Jessica Mouzo
Pacientes en la sala de espera del ambulatorio de La Mina
Pacientes en la sala de espera del ambulatorio de La MinaAlbert Garcia

Las desigualdades socioeconómicas han abierto una brecha en la salud de los ciudadanos. El último informe del Departamento de Salud pone negro sobre blanco en esa fisura y confirma que la pobreza pasa factura a la salud: la gente sin recursos tiene cuatro veces más de probabilidades de morir antes de los 65 años que las personas de rentas altas.

Por primera vez, un estudio desmenuza uno a uno, de forma individual, los datos sanitarios y socioeconómicos de los catalanes para arrojar una fotografía más nítida del impacto de las desigualdades sociales. La radiografía que resulta de esta investigación no hace más que confirmar lo que ya avanzaron estudios predecesores: la desigualdad socioeconómica se traslada también a la salud.

Las desigualdades en salud

Mortalidad. Las personas sin recursos tienen cuatro veces más de probabilidades de morir antes de los 65 años.

Suicidio. Los mayores de 65 años en riesgo de exclusión tiene tres veces más de probabilidad de suicidio.

Enfermedades. Las niñas de familias sin recursos tienen cuatro veces más riesgo de sufrir una dolencia grave.

Salud mental. Las visitas en salud mental de personas sin recursos son 10 veces mayor.

El informe, que ayer presentó el consejero de Salud, Toni Comín, constata que las personas sin recursos —con subsidio de paro agotado o renta mínima de inserción (RMI)— tienen una tasa de mortalidad de 1,06 (mujeres) y 2,39 (hombres) por cada 1.000 habitantes. Esta tasa es casi cuatro veces superior a la de las personas con una renta superior a los 100.000 euros. “En Cataluña, la diferencia de esperanza de vida entre las áreas básicas de salud según su nivel socioeconómico llega hasta los ocho años”, reza el estudio.

Dentro de esa mortalidad evitable, el suicidio es una de las causas que, según el informe, “es susceptible de estar más claramente relacionada con los condicionantes socioeconómicos”. En Cataluña, el estudio del Departamento refleja que en los hombres mayores de 65 años con pensiones no contributivas o inferiores a los 18.000 euros anuales, el riesgo de muerte por suicidio es casi tres veces superior a los hombres pensionistas con una prestación superior a los 18.000 euros.

Riesgos en salud infantil

Pero el impacto en la salud de las desigualdades socioeconómicas también se hereda. Las niñas que crecen en familias en riesgo de exclusión tienen cuatro veces más de probabilidades de convertirse en pacientes de complejidad elevada. Esto es, gente extremadamente intensiva en el uso de servicios sanitarios, ya sea por una dolencia grave (cáncer, por ejemplo) o por padecer un conjunto de patologías que exigen muchos fármacos y que generan inestabilidad clínica.

El informe también demuestra que la tasa de hospitalización psiquiátrica de los niños con menos nivel socioeconómico multiplica por 6,8 la tasa de los hijos de familias con rentas altas. “El estado de salud de los hijos y las hijas depende de manera significativa del de sus progenitores”, concluye el estudio de Salud, que también alerta de que las desigualdades en la primera infancia es “un productor de desigualdades” para desarrollarse en sociedad.

Precisamente, por ámbitos de atención sanitaria, el informe constata que es en salud mental donde se refleja la gran brecha sanitaria entre personas sin recursos y pacientes con rentas superiores a los 100.000 euros anuales. La proporción de personas en riesgo de exclusión atendidas en centros de salud mental es hasta 10 veces superior que la de las personas con más recursos.

Las desigualdades de género también quedan patentes en todas las edades y niveles socioeconómicos. Las mujeres recurren más a centros de salud mental y consumo de psicofármacos. La mortalidad, la complejidad elevada y la hospitalización evitable son, en cambio, mayores en hombres.

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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