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La inhabilitación de Mas allana que la portavoz del Govern sea candidata

Neus Munté figura en las primeras posiciones para asumir un papel que es un caramelo envenenado

Dani Cordero
Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y Neus Munté.
Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y Neus Munté.EFE

El autodescarte de Carles Puigdemont para ser candidato en unas elecciones autonómicas abrió la caja de los truenos en el Partit Demòcrata Europeu Català (PDeCAT) sobre su próximo candidato electoral. La condena de dos años de inhabilitación a Artur Mas por el 9-N ha redoblado la presión sobre la formación neoconvergente, a la que el calendario urge a buscar un cabeza de cartel. Excluidos sus dos activos más valorados por la militancia, la actual vicepresidenta de la formación, Neus Munté, se sitúa primera para asumir un puesto envenenado.

Munté, como dijo Mas, defiende la tesis de que “nadie se puede autodescartar”, dada la situación del partido, y reconoce que se tendrá que abrir un periodo de reflexión. Ella es la que está en la primera posición de las listas de futuribles. Es quien ostenta un cargo con mayor proyección del PDeCAT y la única figura de primera línea que tiene sillón en la dirección del partido (vicepresidenta) y en el Consell Executiu. Da la imagen de cambio que quiere ofrecer la dirección: mujer y con un pasado fuera de la formación: fue dirigente de UGT en Cataluña. Cada martes tiene el altavoz del Ejecutivo en la rueda de prensa posterior a su reunión semanal, lo que hace unas semanas la dejó en mal lugar: reiteró que no se había producido ningún encuentro entre Mariano Rajoy y Puigdemont y un día después se supo que había tenido lugar.

El voluble Santi Vila es otra de las figuras que puede jugar un papel aglutinador. Jugó el rol de puente con el Gobierno central en la última legislatura de Mas, cuando desde el Departamento de Territorio mantenía estrechas relaciones con la actual presidenta del Congreso, Ana Pastor, entonces ministra de Fomento. Y otra persona que tiene opciones es Mercè Conesa, alcaldesa de Sant Cugat del Vallès —el mayor Ayuntamiento gobernado por el partido— y presidenta de la Diputación de Barcelona. No es descartable que los soberanistas intenten repetir una lista conjunta con partidos y organizaciones independentistas. En ese caso, no liderarían las listas.

Una elegida de Mas

Pasado. Se estrenó como diputada en el Parlament por CiU durante el último Gobierno de Jordi Pujol. Antes había sido jefa de gabinete en el Departamento de Enseñanza.

Paso por el sindicato. Durante la travesía del desierto de Mas se pasó al sindicato UGT, en el que empezó como abogada y acabó formando parte de la dirección.

Polémica por su elección. La decisión de Mas de convertirla en su vicepresidenta en el partido generó malestar, al considerar que se hacía sin contar con la militancia.

La joven dirección del partido nacionalista no ha hecho más que toparse con problemas desde que tomó las riendas PDeCAT. Y ahora tiene dos urgentes sobre la mesa. Uno trata sobre cómo acabará el dilema del referéndum, una vez que su convocatoria sea anulada por el Tribunal Constitucional. El segundo es cómo afrontarán las elecciones que seguirán a ese parón en el proceso soberanista. La marcha de dirigentes en los últimos años y la eliminación de personas vinculadas a la extinta Convergència complican buscar un candidato con condiciones.

La opción de Puigdemont, convencido independentista que ha conectado rápidamente con el conjunto de la base social secesionista, parece remota. Ha mostrado en privado su enojo por las continuas presiones de la dirección para convencerle de que fuera el candidato a la presidencia de la Generalitat. Ahora, un cambio de opinión solo está en sus manos.

Parecidos con Barcelona

La celeridad de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha cogido desprevenido a Mas, quien preveía una sentencia que le inhabilitara, pero más tardía y fuera de plazo para descartarle como candidato en unas elecciones previstas para el próximo otoño. El actual presidente del PDeCAT había evacuado consultas sobre la idoneidad de volver a la primera línea política, aún con el riesgo de convertirse en el primer expresidente de la Generalitat que ocupaba la bancada de la oposición en el Parlament. Las encuestas señalan una holgada victoria de ERC.

El panorama que se abrió el lunes con la condena a Mas extiende a la pugna por la Generalitat el mismo problema que la formación tiene abierto en Barcelona. Sin candidato claro, los neoconvergentes plantearán para la capital catalana unas primarias abiertas a independientes. No han surgido pocos nombres para ese papel: desde el concejal Joaquim Forn al exregidor socialista y actual delegado de la Generalitat en Madrid, Ferran Mascarell. De esa lista se caerán Munté o Vila si optan a las autonómicas. Y este martes se sumó una posible alta, la de la también inhabilitada por el 9-N Joana Ortega (exvicepresidenta de la Generalitat), quien abrió la puerta a volver a la política de la mano del PDeCAT —es miembro de Unió— , quizás en las municipales.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Es integrante de la redacción de EL PAÍS en Barcelona, donde ha desempeñado diferentes roles durante más de diez años. Licenciado en Periodismo por la Universidad Ramon Llull, ha cursado el programa de desarrollo directivo del IESE y ha pasado por las redacciones de 'Ara', 'Público', 'El Mundo' y 'Expansión'. 

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