Dalí y Gala, en la intimidad de Portlligat

Casi un centenar de fotografías poco conocidas e, incluso, inéditas de Salvador Dalí y Gala, en actitud natural, cotidiana y familiar, realizadas por el barcelonés Ricardo Sans (1911-1972) entre 1949 y 1956 conforman la muestra Salvador Dalí, Gala, Ricardo Sans, que se ha inaugurado en el castillo de Púbol coincidiendo que en este lugar daliniano acoge desde hace 20 años exposiciones. La Fundación Dalí ha comprado a la familia del fotógrafo el fondo relacionado con Dalí y Gala que comprende más de 900 fotografías, de las que también gestionará los derechos. Este fondo enriquece la colección de unas 13.500 fotografías de la Fundación.

Sans se licenció en Derecho, pero, tras la Guerra Civil, la fotografía y Wagner se convirtieron en sus grandes pasiones, algo que unió al genio ampurdanés. La muestra reúne, según Montse Aguer, directora de los Museos Dalí, “fotografías espectaculares que muestran diferentes dalís, el íntimo que todos hemos visto alguna vez, pero también está personaje que se mira el retrato de Felip IV de Velázquez”. También hay retratos más innovadores como las dobles exposiciones que conectan con el Dalí surrealista, como la foto titulada Dalí dentro de la chimenea del comedor en construcción. Instantáneas que según Aguer que “demuestran que realmente hubo un conocimiento entre el fotógrafo y Dalí y Gala, que permitieron que accediera a su intimidad”.

En 1948 tras 12 años de ausencia los Dalí vuelven a Portlligat y al año siguiente, a través de unos amigos en común, Sans se encuentra con la pareja y les hace su primer reportaje fotográfico. Para los Dalí las fotos de Sans eran muy especiales, se sentían cómodos frente a su cámara. Por eso, conservaron 164 dentro de su colección particular y Gala utilizó nueve de ellas para formar parte del enorme collage que creó con fotografías y recortes en las puertas de su vestidor.

Las fotos están divididas en cuatro ámbitos. En el primero, dedicado a retratos del pintor, entre los que destaca una imagen en color que se utilizó como cubierta de la edición castellana de Los 50 secretos mágicos para pintar. La mayoría de fotografías están realizadas de día y en el exterior de la casa. En algunas aparecen los vecinos de la pareja, como el pescador Pere Marqués.

En el segundo ámbito, dedicado a Gala, todas, menos un perfil de la musa, son inéditas. En todas queda claro que Gala se encontraba cómoda ante el objetivo de Sans y posa para él, algo realmente excepcional.

El tercer ámbito inmortaliza al matrimonio en diferentes estancias de la casa. Son instantáneas que muestran a una pareja afectiva al mismo tiempo que muestra la casa, como la biblioteca, el comedor, el taller, la habitación de la pareja y los magníficos exteriores frente a la bahía.

El último apartado es el escenario de casi todas las fotografías, la casa de Portlligat, una vivienda que se irá transformado cada año con las indicaciones especiales de los Dalí al constructor Emili Puignau. Las instantáneas de Sans testimonian la evolución de la residencia daliniana, siguiendo las órdenes del genio para ir modificando lo que empezó siendo una minúscula barraca de pescadores.

La muestra se complementa con una vitrina con documentación diferente de la relación entre ambos, como cartas en las que Dalí dibuja como quiere que enmarque los pies y las manos de Gala. En un interactivo, se pueden ver hasta 300 de las fotografías adquiridas a la familia de Sans.

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que inauguró la muestra, destacó la importancia de las fotografías “de un personaje del que aunque pueda parecer paradójico, quedan muchas cosas por descubrir”. También, agradeció la contribución de la Fundación a uno de los objetivos de política museística de Cataluña, “la descentralización”. La Fundación, aseguró, también ayuda a otro de los objetivos de su gobierno: “hacer posible el consumo de cultura en el territorio y todo el año, teniendo en cuenta que las cifras recientes indican que en 2015 el 60% de los catalanes no visitaron ningún museo”.