Barcelona retira las placas franquistas de Gràcia y Nou Barris
El Ayuntamiento desmonta 367 plafones y confía erradicarlos de la ciudad en un año
El Ayuntamiento de Barcelona comenzó ayer a retirar las 367 placas franquistas que todavía cuelgan en edificios de los distritos de Gràcia y Nou Barris que construyó durante la dictadura el Instituto Nacional de la Vivienda. Unas placas en las que se puede ver el yugo y las flechas de La Falange, como la que un operario retiró en el número 399 de la calle de Còrsega.
Aunque hay zonas de la ciudad donde entidades o los mismos vecinos han retirado placas de sus edificios, la ley de Memoria Histórica de 2007 prevé que son los ayuntamientos quienes deben retirar los restos del franquismo que quedan en la vía pública, explicó el comisionado de la materia, Ricard Vinyes. “No tenemos constancia de que quede ningún otro resto de la dictadura franquista”, más allá de estas pequeñas placas, dijo. En Barcelona hace años que no hay reminiscencias a la dictadura ni en nombres de calles o placas ni en esculturas en la vía pública.
El consistorio calcula que en la ciudad quedan unas 250 placas como las que ayer se comenzaron a retirar y confía en que los distritos que todavía no lo han hecho censarán y retirarán las existentes a lo largo de este año. Las que quedan, explicó Viñas, están ubicadas sobre todo en barrios donde se construyó mucha vivienda en los años sesenta. En Ciutat Vella, por ejemplo, casi no hay porque no había espacio para construir nuevos edificios.
Los concejales de Gràcia y Nou Barris, Eloi Badia y Janet Sanz, celebraron la retirada de los últimos restos físicos del franquismo. En Nou Barris se retirarán 204 placas y en Gràcia, 163, siempre previa comunicación y autorización por parte de los vecinos de los edificios. En dos casos, no han querido que el Ayuntamiento las retirara.
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