Messi, Gila y el lampista se cuelan en el 9-N

¿Qué extraña conexión une a Gila, a Messi y a un lampista? Que todos ellos caben en el juicio del 9-N. La última jornada del proceso contra Artur Mas –una jornada vibrante, a ratos incómoda, puede que la más determinante para la sentencia- ha deparado, también, momentos memorables. Quizá son las ganas de acabar o tal vez es que el humor es una válvula para aliviar la tensión acumulada. El caso es que las partes han estado sembradas. Y han dejado perlas dignas de El club de la comedia.

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Emilio Sánchez Ulled, fiscal de cabecera del 9-N pero también fiscal anticorrupción, ha abordado su momento cómico desde donde acostumbra a hacerlo: la ironía mordaz, allí donde roza con el sarcasmo. Ya había enseñado la patita la víspera, cuando preguntó a una tímida voluntaria de Girona cómo se ordenaba a los votantes en los institutos que sirvieron como centros de votación. “¿Había apellidos? ¿De Mas Gavarró a Sánchez Ulled, por ejemplo?”, bromeó. A la joven le arrancó una sonrisa.

El fiscal tenía reservado este viernes un papel protagonista. Era su momento. Y no lo ha desaprovechado. Además de convertirse en treding topic en Twitter –ojo, solo en Barcelona- por recriminarle a Mas que su juicio también es parte del sistema democrático, Sánchez Ulled ha tenido tiempo para rendir homenaje a un clásico del humor. “Ustedes perdonarán, pero es que parece de Gila. Alguien ha organizado algo”, ha dicho sobre el hecho de que nadie, en el Gobierno catalán, parecía estar al tanto de una consulta que había quedado (él no lo cree, de nuevo la ironía) en manos de voluntarios.

El fiscal tenía reservado este viernes un papel protagonista

No han andado a la zaga los abogados de la defensa, todos penalistas, todos veteranos. También era su momento. Y tampoco lo han desaprovechado. En la más pura línea sanchezullediana, Javier Melero (Mas) ha lamentado que no haya comparecido como testigo en el juicio Mariano Rajoy, un “señor cervantino” (risas) con grandes dotes para la oratoria (más risas).

Mientras Melero se dejaba llevar por la nostalgia recordando el perdido “entendimiento entre los pueblos de España” (no se sabe qué opina el independentista Mas al respecto), Rafael Entrena (Joana Ortega) ha bajado a un ruedo que conoce bien: el campo de fútbol. Ha dicho que Sánchez Ulled es algo así como “el Messi de la Fiscalía” para renegar después de los colores azulgranas (Entrena fue directivo del Espanyol) y concluir que, con el astro argentino o sin él, las defensas mantenían sus posiciones: “La Fiscalía ha tenido un buen regate, pero no ha marcado ningún gol”.

Jordi Pina (éste sí, culé convencido) ha recogido la metáfora futbolística (le da igual, dice, ganar “de penalti o por goleada”, mientras absuelvan a Irene Rigau) para lanzarse a un discurso arrebatado. El humor de Pina tiene una pátina de ironía, pero resulta más franco, más directo y despierta más la carcajada que la mera sonrisa. El penalista ha intentado llevar al absurdo la acusación de “prevaricación por omisión” que el fiscal atribuye a Rigau como “cooperadora necesaria. “Me lo llegan a preguntar en Derecho... y hoy sería lampista”.