Fieles a las rebajas
Los compradores se vuelcan en el centro y los comerciantes piden fijar una fecha de inicio
Ni 24 horas habían pasado desde que las familias se comieron el roscón de Reyes. Ni 36 desde el frenesí de las últimas compras para la noche mágica. Pero a media mañana de ayer, el centro de Barcelona volvía a ser un hormiguero de consumidores comprando en las rebajas como si no hubiera mañana. En algunas tiendas hasta ordenaban las colas ante las cajas con cintas como las del aeropuerto. La afluencia en los ejes comerciales de barrio, como es habitual, fue menor, sobre todo a primera hora, aunque por la tarde las ventas se animaron.
Por mucho que las rebajas estén liberalizadas y que desde hace años muchas tiendas aplican descuentos antes del 7 de enero, el día después de Reyes sigue marcado, en el imaginario ciudadano, como el de arranque de las ofertas. En Cataluña ahora mismo manda la normativa estatal, porque el Tribunal Constitucional suspendió la norma catalana; y a la nueva, aprobada hace unos días por el Gobierno catalán, todavía le falta el trámite parlamentario.
La futura ley recomienda dos temporadas de rebajas, pero deja en manos de los comerciantes hacerlas cuando quieran. Y si en algo se ponen de acuerdo los comerciantes del centro y los de los barrios es en pedir a la Generalitat que, pese a la liberalización, fije una fecha de arranque de las rebajas, tanto en invierno como en verano.
Gabriel Jené, presidente de Barcelona Oberta, que agrupa a los ejes comerciales del centro y turísticos; y Salva Vendrell, presidente de la Fundació Barcelona Comerç, que agrupa a los ejes de los barrios de la ciudad, pedirán a la Generalitat que convoque una Mesa de Rebajas, con comerciantes y el resto de los agentes del sector, para fomentar el acuerdo durante el trámite que afronta la ley.
Jené observaba ayer que “por mucho que haya quien adelante las promociones, para tener el 100% de la oferta rebajada te tienes que esperar al día 7, de ahí el éxito de la jornada”. El presidente de Barcelona Oberta es partidario de la liberalización, pero también de que “igual que hay un Black Friday que es el día que es, el Gobierno debería fijar unos días oficiales de arranque, aunque haya quien se avance”. “Desde la crisis todo el mundo hace lo que puede, porque el factor precio es muy determinante”, apuntaba.
“La falta de una fecha oficial acaba generando confusión”, tanto entre los propios comerciantes como entre los clientes, convenía Salva Vendrell, de la Fundació Barcelona Comerç. “Que sea el 2 de enero o que sea el 7 de enero, pero que haya una fecha de arranque oficial”, añadía.
Los tenderos auguran una buena campaña
A la afluencia de público de ayer contribuyó también que, además de ser el primer día de rebajas para las grandes cadenas, fue también un día de devoluciones y cambios tras los regalos de Reyes.
En cuanto a las ventas, como es habitual, mandaron las de ropa y menaje. Pero los comerciantes no dieron cifras, más allá de comentar que la jornada fue positiva, a la espera de cerrar el fin de semana, ya que las tiendas seguirán abiertas hoy. “Con dos días por delante, la gente no tiene tanta prisa”, comentaba Vendrell. También recordaron que cuando la campaña de Navidad va bien, la de rebajas suele ser buena.
“Está yendo bien, hay una buena respuesta de los compradores desde primera hora”, aseguraba por la tarde Jané. “Era previsible, porque este año se ha producido algo que se ocurre cada siete temporadas: se solapa la campaña de Reyes y la de rebajas. Cuando los descuentos comienzan el día siguiente a Reyes arrancan fuerte; con mayor intensidad que si el fin de semana cae días después”.
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