64 ‘gordos’ en Cataluña en 200 años
Cada catalán se ha gastado 58,41 euros en el sorteo, cifra inferior a la media estatal
Desde 1812 el gordo del Sorteo Extraordinario de Navidad ha repartido riqueza en Cataluña en 64 ocasiones. El caso más reciente fue en 2013, cuando una administración del barrio de Poblenou de Barcelona vendió una serie del 62.246. Los últimos dos años, el primer premio pasó de largo a pesar de que en 2015 un segundo, el 12.775, repartió un pellizco considerable en Santa Perpètua de Mogoda (Vallès Occidental) y en Roda de Berà (Tarragonès). La propietaria de esta administración tarraconense, Ana Cabellero, afirma que este año ha notado un aumento de las ventas de entre un 30% y un 40%. "Hay mucha alegría en el pueblo, un montón de coches nuevos y parejas que se han casado con grandes ceremonias", celebra.
"Me han pedido el número del año pasado , pero no lo he encargado. Creo que la suerte tiene que ser libre", afirma Cabellero. Y no anda mal encaminada. "Estos sorteos no tienen memoria, todos los números tienen cada año la misma probabilidad", explica el profesor del Departamento de Estadística e Investigación Operativa de la UPC Pedro Delicado. De todos modos, reconoce que en el especial de Navidad existen más probabilidades de obtener el primer premio —una entre 100.000 (0,001%)— en comparación con otros sorteos como la Bono Loto o la Primitiva, que a pesar de tener billetes son más económicos, trabajan con muchas más combinaciones. Si tenemos en cuenta todos los premios la probabilidad de ganar algo sube hasta el 1,8%.
Tarragona tiene mala suerte?
En Tarragona todavía no ha tocado nunca un primer premio. Teniendo en cuenta la cifra de inversión por provincia del año pasado, el profesor de la UPC Pedro Delicado afirma que en caso de que el primer premio toque en Cataluña hay un 8% de probabilidades de que caiga en Tarragona, un porcentaje "nada despreciable". Si los datos de inversión hubieran sido los mismos durante los últimos 200 años, sería extraño desde el punto de vista de probabilidad que nunca hubiera tocado la lotería a la provincia catalana más sureña. Sin embargo, Delicado afirma que para hacer un cálculo cuidadoso habría que tener en cuenta muchos más factores. Insiste también en que a pesar de que en Tarragona encara no se haya llevado nunca el gordo, no quiere decir que este año tenga más números de atraer la fortuna.
Aunque las matemáticas demuestren lo contrario, los números supersticiosos continúan arrasando. Este miércoles por la mañana nos hemos dirigido aleatoriamente a dos personas que hacían cola para comprar un décimo en la administración Valdés de la Rambla de Barcelona. Lila, de Palma y que trabaja en una asesoría, quería el 7: "Da siete vidas y si gano me iré de viaje a Nueva York, por todo el mundo". Adrián, comercial: "Me compraría una casa o un coche, no lo sé, quiero el 13 porque es el día que nació mi hijo".
En las grandes administraciones de Barcelona, como Valdés o la de la plaza Urquinaona, se han formado colas a lo largo de la jornada. "Les llamamos rezagados a los que se animan en el último día", cuenta Jordi García Valdés, propietario del puesto de lotería de la Rambla, que afirma que las ventas les han ido más o menos igual que el año pasado.
En 2015 cada catalán se gastó de promedio 51,03 euros en el sorteo navideño, por debajo de la cifra estatal, de 55,24 euros, la de Madrid de 68,07 euros y lejos del máximo de 83,32 euros de Castilla-León. A pesar de ser una de las regiones con más renta per cápita de España, Cataluña no destaca por su inversión en lotería por habitante a pesar de que concentra el 14,74% de los billetes.
"La sociedad catalana ha sido más permeable a la crisis que otras comunidades y la lotería es un tipo de gasto que la gente enseguida recorta", comenta Joan Torrent, profesor de Economía y Empresa de la UOC. Asimismo, según él, el sorteo de La Grossa de la Generalitat ha generado desde su nacimiento en 2013 un "efecto dispersión" que hace que las familias repartan el dinero entre ambos sorteos. De hecho, el gasto en lotería estatal era de 52,15 euros de media por persona en Cataluña en 2012 y bajó los dos años siguientes hasta los 47,51 y 48,85, respectivamente.
Torrent comenta también que Cataluña no tiene un grueso de sector público como otras comunidades, motivo por el cual la gente no tiene una expectativa de renta tan asegurada y hace un gasto más conservador en bienes como la lotería. Según los datos de consignación de números de este 2016 cada catalán se habrá gastado 58,41 euros en el sorteo, cifra que oscilará cuando la organización del sorteo reste los décimos que no se han vendido. La media estatal se sitúa en los 55,24 euros.
El primer gordo cayó en Barcelona en 1817 y en el global de la provincia ha tocado 57 veces, de entre las cuales cuatro en Vic (1972,1988, 2005 y 2007) y dos en Sabadell (1969 y 1998). En Girona ha tocado dos veces, en La Jonquera (1961) y en Ripoll (1914). En Lleida, dos veces en la capital (1881 y 1901) y tres en Sort (2003, 2004 y 2007).
Según los datos provisionales de Loterías y Apuestas del Estado, los leridanos son los que más se animan a jugar, con 133,71 euros por persona de promedio. En Girona la cifra es de 42,87, en Tarragona de 44,29 y en Barcelona de 56,62.
El gordo ha tocado dos veces en Girona y cinco en Lleida
"Este año he hecho muchos intercambios de números, con Ciudad Real, Cádiz y otros lugares. Así hay más probabilidades de que los premios se repartan", cuenta Cabellero. El registro de histórico de premios es testigo de esta tendencia actual. De hecho, si bien el año pasado el gordo cayó íntegramente en Roquetas de Mar (Murcia), en los años anteriores estuvo muy repartida.
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