La peatonalización de la Gran Vía empezará con el ensanche de las aceras

El Ayuntamiento de Madrid, dirigido por Manuela Carmena (Ahora Madrid), piensa ampliar las aceras de la Gran Vía en 2017. El proyecto está siendo estudiado por el equipo de gobierno, según revelaron este viernes los responsables del Área de Urbanismo y de Medio Ambiente. Estos miembros del gobierno destacaron la intención del Consistorio de avanzar hacia la peatonalización permanente antes de que finalice su mandato. La Policía Municipal tuvo que hacer cortes intermitentes para impedir que pasaran taxis libres y evitar el atasco.

El equipo de Carmena está convencido de que los primeros días de cierre al tráfico de la Gran Vía han sido una experiencia positiva. El Ayuntamiento lanzó su propuesta de restringir el acceso al centro como una manera de "testar un nuevo concepto" de movilidad, para avanzar hacia una apuesta más ambiciosa: la peatonalización permanente de la Gran Vía madrileña.

Más información

Las empresas de paquetería podrán circular por la Gran Vía en Navidad

Carmena ve “imparable” la peatonalización de la Gran Vía

Carmena calificó esta operación como la más significativa para el futuro de Madrid, y relacionó su política con un fenómeno global que consideró "imparable". De momento, el Consistorio permite el acceso a la Gran Vía a los taxis, los autobuses, motos, bicicletas, vehículos de cero emisiones y los de las empresas de paquetería, hasta el 8 de enero.

Después de haber valorado el impacto del plan parcial de cierre al tráfico, el Ayuntamiento procederá a la ampliación de las aceras de la Gran Vía, explicaron Inés Sabanés y José Manuel Calvo, responsables de las áreas de Movilidad y Urbanismo, respectivamente. El planteamiento municipal prevé avanzar en este sentido ya el próximo año. Por ello, el equipo de Carmena tiene previsto gastar 3,2 millones de euros, que ya están contabilizados en los presupuestos para el próximo año, según confirmaron fuentes del Área de Desarrollo Urbano Sostenible.

El responsable de Urbanismo explicó en una entrevista en la Cadena SER que el Ayuntamiento está redactando de forma urgente "un proyecto de ampliación de aceras imprescindible". "Nuestro objetivo es ir progresivamente reduciendo la presencia de coche y eliminar todo tráfico de paso", agregó el edil. Calvo considera esta operación como el "objetivo" para el mandato de Ahora Madrid, la confluencia de fuerzas orbitantes alrededor de Podemos y que gobierna la capital desde junio de 2015.

Sabanés, quien dirigió desde el principio el cierre al tráfico del centro esta Navidad, habló en Radio Nacional de España de un tratamiento "más integrado" de la Gran Vía, que no especificó. Pero destacó que —a falta de datos oficiales— la percepción es que la afluencia e intensidad de peatones en la zona ha aumentado.

Cierre a los no residentes

Sabanés recogió las reflexiones de la alcaldesa para considerar que los madrileños están "mentalmente" preparados para aceptar modelos de movilidad menos contaminantes. Su área está trabajando en un plan de calidad del aire que prevé el cierre del centro a los coches de los no residentes para 2017.

En los primeros días de cierre al tráfico en la Gran Vía, no obstante, se registraron colas y congestiones en las calles que rodean la zona restringida. La oposición, y en particular el Partido Popular, criticaron la medida, que podría convertirse en una bandera "ideológica" del mandato de Carmena. Aguirre recogió la protesta de los comerciantes de la zona, asustados por ver reducido el volumen de su negocio tras el cierre.

Fuentes de la Policía Municipal explicaron que los principales problemas se dan en el tramo de Gran Vía entre Callao y la Red de San Luis (el edificio de Telefónica). Allí es donde se da una mayor afluencia de personas. De hecho, algunos responsables consideran que un punto estratégico para mantener la fluidez de la zona es el paso de peatones de Callao.

Los problemas circulatorios se han reducido durante el puente, tras un fin de semana inicial en el que sí hubo bastante congestión en parte por desconocimiento de los conductores. En estos días festivos se han realizado cortes intermitentes en la plaza de la Independencia (Puerta de Alcalá) y en el sentido norte de la plaza de Cibeles hacia el paseo Recoletos por la gran afluencia de coches.

Otro problema con el que se han encontrado los agentes es que la saturación de la Gran Vía ha obligado en algunos momentos, y sobre todo desde las ocho de la noche, a restringir el paso de taxis libres en ambos sentidos. Se evitó así que se agravara el atasco por la afluencia masiva de personas.