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El absentismo laboral en Cataluña vuelve tras la crisis

El primer trimestre de este año se han dejado de trabajar 13,1 de las 149,1 horas mensuales pactadas

Josep Catà Figuls
Acoso laboral accidentes trabajo
Imagen montada. En la fotografía, un supuesto jefe controlando a un trabajador.Uly Martin

El miedo a perder el trabajo al coger una baja laboral va desapareciendo a medida de que queda atrás lo peor de la crisis económica. Empresas de gestión de absentismo laboral y consultoras coinciden en que se está viviendo “un cambio de ciclo” y que, ahora que el absentismo vuelve a crecer, es el momento impulsar políticas de prevención de salud y de ambiente laboral. En Cataluña el primer trimestre de este año se han dejado de trabajar 13,1 de las 149,1 horas mensuales pactadas por cada trabajador. Los sindicatos piden que los empleados no deban cargar con las horas que dejan de trabajar sus compañeros de baja.

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Uno de los mayores problemas para la gestión de las bajas es describir y medir correctamente el absentismo. El Instituto Nacional de Estadística (INE), en su Encuesta Trimestral del Coste Laboral, da las cifras sobre horas pactadas, horas efectivas y horas no trabajadas de las que se puede extraer una tasa de absentismo. El último punto más bajo de absentismo en España, un 3,7%, corresponde a 2007, un porcentaje que al año siguiente se disparó hasta el 4,8%. Desde entonces, y coincidiendo con los años de crisis económica, la tasa fue decreciendo hasta 2013, cuando se situó en un 4,1%. A partir de 2014 vuelve a subir, y se sitúa en 2015 en un 4,45%. En el segundo trimestre de 2016, en Cataluña, la media de horas pactadas por trabajador y mes fue de 149,1, y de ellas, 13,1 fueron horas no trabajadas. La tasa de absentismo excluye de estas horas las vacaciones o los festivos.

La empresa de gestión del absentismo Tebex S.A. coincide en detectar la misma tendencia al alza. Según sus datos, extraídos de una encuesta a las empresas de más de 100 trabajadores a las que asesoran, el índice de absentismo laboral se incrementó en septiembre de 2016 un 10,51% respecto al mismo mes de 2015. También Eric Mass, de la consultoría Ayming, indica que estamos ante un cambio de tendencia: “Durante la crisis no se controlaba el absentismo, porque el miedo a perder el puesto de trabajo lo regulaba automáticamente”, explica Mass, que recuerda que, según los datos de Ayming, más del 60% de las empresas manifiesta no medir los costes del absentismo. Mass afirma que ahora es el momento de “prevenir los riesgos para la salud y centrarse en motivar a los empleados para reducir el absentismo, más que de preocuparse y responsabilizar a los trabajadores”.

Entrenadores personales y guarderías para evitar bajas

La primera causa de absentismo en Cataluña es la salud, solo un 1% de las ausencias en el trabajo están injustificadas, detalla Mass. Las bajas vienen principalmente por enfermedades musculo-esqueléticas o por razones psicológicas. Muchas empresas han optado por políticas de prevención. Correos, en colaboración con el INEFC, tiene en marcha el proyecto Crea bienestar y salud, que pone entrenadores personales a los trabajadores para detectar los posibles problemas de salud a partir de sus rutinas laborales. Otro ejemplo está en la automovilística Seat, que desde hace algunos años permite a los empleados destinar parte del sueldo a seguros de salud o a guarderías para alcanzar mayor conciliación familiar.

Además de la salud —primera causa de absentismo en Cataluña— el otro factor que hace perder horas de trabajo es la conciliación y la necesidad de atender a familiares enfermos. Estos motivos representan el 16% del total de las ausencias.

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Iñaki Insausti, director general de Tebex, una empresa que “colabora con grandes compañías para verificar las bajas” y agilizar, en la medida de lo posible, la vuelta al trabajo del empleado, explica que “muchas veces, la baja te queda como refugio para los conflictos laborales o para los problemas familiares”. Insausti considera que estas circunstancias tienen que poderse resolver sin que represente un coste para la empresa.

Recursos en prevención

Una de las compañías con las que trabaja Tebex, por ejemplo, proporciona asistentes sociales a los trabajadores que lo necesiten para ayudar en algunas tareas incompatibles con el horario de trabajo. Otras empresas apuestan por tener guarderías en el edificio y, explica Insausti, “muchas empresas trabajan la salud laboral”: adecuación del mobiliario, gimnasios o hasta fisioterapeutas para los empleados.

Además de intentar gestionar el absentismo, la consultoría Ayming, en su Barómetro sobre el Absentismo”, indica que algunas empresas están empezando a fijarse en el problema del “presentismo”: empleados que están en su puesto de trabajo, pero que no son productivos. Mass explica que “el presentismo es fruto del miedo al trabajo y de la presión”, y que se combate con “más información, más reuniones y con el fomento de la motivación para conseguir resultados”.

Para Núria Gilgado, secretaria de política sindical de la UGT de Cataluña, el problema no reside tanto en la motivación del trabajador sino en la “creciente precariedad: sube el absentismo porque no hay recursos para la prevención”, asegura, en referencia tanto a las bajas por enfermedad y accidentes como a las psicológicas, que pueden derivar de un mal ambiente de trabajo. “No hay que responsabilizar al trabajador, que tiene derecho a pedir la baja, sino que hay que dedicar más recursos a las inspecciones y a la prevención”, subraya Gilgado.

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Sobre la firma

Josep Catà Figuls
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.

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