Salud reabre 44 camas públicas para asumir las derivaciones a una clínica privada
Comín asegura que desprivatizar la actividad pública que hacía la privada Clínica del Vallès genera "un ahorro"
Ya no hay pacientes públicos en la Clínica del Vallès (CdV), un centro privado propiedad del grupo empresarial Quirónsalud y concertado con la red pública de hospitales hasta hace un mes. El consejero de Salud, Toni Comín, ha dado por finalizada una parte del proceso de desprivatización que anunció cuando asumió el cargo: expulsar del sistema público a tres hospitales con afán de lucro. Por lo pronto, Comín ya ha concluido el traspaso de pacientes de uno de ellos, la CdV, hacia el Parc Taulí de Sabadell y el Consorcio Sanitario de Terrassa (CST). El consejero ha confirmado que, para asumir esta actividad, los dos hospitales públicos han reabierto 44 camas y realizan 23 sesiones semanales más de quirófano por las tardes.
La primera experiencia de desprivatización también desmonta uno de los típicos tópicos de que la gestión privada es más eficiente que la pública: según Comín, con el mismo presupuesto del que disponía la Clínica del Vallès, el Parc Taulí puede realizar la actividad que hacía el centro privado "y algunas cosas más". "Se ahorra dinero", ha sentenciado el titular de Salud.
Comín ha recordado que con el retorno de la actividad a los centros públicos vuelve también el presupuesto y los trabajadores. Así, de las 3.700 intervenciones y visitas públicas que hacía la clínica privada por 7,5 millones de euros al año, el Taulí asumirá el 66% (cinco millones) y el CST, el resto. Para hacer frente a este incremento de asistencias, en Terrassa abrirán una unidad de hospitalización con al menos 20 camas (pueden ser hasta 28) y dispondrán de dos quirófanos más por las tardes. El Taulí, por su parte, ha activado una nueva unidad de pacientes crónicos con otras 24 camas y tendrá disponible también tres quirófanos más durante la tarde.
El consejero ha intentado escenificar la cordialidad existente con los trabajadores de la Clínica del Vallès al anunciar el "éxito" del proceso escoltado por el comité de empresa de la clínica privada. Tras unos inicios turbulentos —en los que incluso sobrevoló un posible ERE y se amenazó con grandes concentraciones de la plantilla— Comín se ganó a los trabajadores al anunciar que nadie sería despedido, sino que con la actividad se trasladaría también a la plantilla necesaria. Aunque en un primer momento se anunció que serían 65 los sanitarios que se marcharían de la CdV al Taulí y a Terrassa, Comín ha concretado que finalmente serán 22 y 10 los trabajadores que se irán al Taulí y al CST respectivamente.
Próxima desprivatización
Una vez cerrado el proceso de traspaso con la CdV, Comín ya ha puesto miras en el siguiente objetivo: el Hospital General de Catalunya (HGC), también propiedad de Quirónsalud. El complejo sanitario privado finaliza su contrato con el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) a finales de año y será el próximo en abandonar la red pública de hospitales. Aunque el consejero no ha concretado detalles sobre cómo se articulará este traslado de actividad, ha asegurado que las negociaciones comenzarán de forma inminente.
El HGC dispone de un presupuesto público de 13,5 millones de euros y, aunque el volumen de la actividad pública que realiza es inferior al de la CdV, la complejidad —y por tanto, el coste—, es mayor. "Tenemos que repasar cuál es la capacidad de los hospitales de la zona para no afectar a los pacienes", ha indicado Comín.
En el aire queda todavía saber cómo se llevará a cabo la desprivatización de la actividad en el Sagrat Cor, el otro hospital de Quironsalud que está en la red pública. A diferencia de la CdV y el HGC, este hospital realiza actividad ordinaria y tiene una población de referencia asignada. Además, el contrato con el centro termina en 2022.
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