Música para todos

La educación musical en la ciudad de Madrid está de enhorabuena. El Ayuntamiento ha aprobado la recuperación de la financiación pública para la Red de Escuelas Municipales de Música y Danza. Se pone fin a un periodo de cuatro años de maltrato del sector desde la retirada de la subvención por parte de la anterior alcaldesa, Ana Botella.

Han sido cuatro años, cuatro cursos escolares. Aproximadamente 10.000 alumnos y 300 trabajadores han pasado por las Escuelas Municipales durante ese lapso. No menos de 50 movilizaciones, conciertos reivindicativos, incluso huelgas el pasado mes de junio...

Y son cuatro años que dejan muchas víctimas. Principalmente los alumnos que tuvieron que abandonar sus estudios al no poder hacer frente a las elevadas tasas, trabajadores que literalmente se marcharon con su música a otra parte o son víctimas forzosas del pluriempleo y, por supuesto, las eternas víctimas en tiempos de crisis: la cultura y la educación, en este caso la educación musical.

Gracias al equipo de Manuela Carmena por la decisión que ha tomado. Pero en especial por entender finalmente que cuando heredas la gestión de un sector maltratado heredas realmente un colectivo. Y eso significa muchas personas, las que lucharon contra la injusta decisión de la anterior alcaldesa, que lejos de ser parte del problema, son las víctimas del problema.

Gracias a los alumnos y padres de alumnos por su apoyo. A todos los compañeros que han soportado estos cuatro años en las actuales condiciones, salvando al servicio de un cierre cantado y que incluso han conservado tiempo y fuerzas para pelear, cuando lo fácil era rendirse. A las empresas gestoras que han apostado por el servicio. Y a todos los que han estado desde el principio. A los sindicatos, UGT y CC. OO.

Y debo decirlo, a quienes nos dieron su apoyo desde el primer minuto hasta el último e hicieron suya nuestra lucha, el Grupo Municipal Socialista del Ayuntamiento de Madrid. Decía Beethoven: “Sacrifícate sin esperanza de gloria ni recompensa, solo así podrá cumplirse tu peculiar destino”.

En estos tiempos en los que en muchos casos los titulares no os otorgan el merecido reconocimiento a vuestro trabajo, os queda la humilde recompensa de que muchos de nosotros pensemos que este destino que ahora se nos abre en gran parte os lo debemos a vosotros. Nos queda solo mirar al futuro. Un futuro en el que la educación musical sí sea esencial. Un futuro en el que la cultura constituya algo intocable, gobierne quien gobierne. Y que el entendimiento en el ámbito político que la sociedad reclama actualmente comience por no utilizar las cosas que nos unen, como la música. La música no ha cesado en esos cuatro años. Nunca lo hará.

Por eso la educación musical nunca podrá ser un titular, una medalla o un arma política. La educación musical es tuya, es nuestra. Como siempre, de todos y para todos.

Rodrigo Calderón es trabajador de las Escuelas Municipales de Música y Danza de Madrid.