Los donantes de sangre también se van de vacaciones
Las donaciones bajan un 3% respecto a 2015 y las reservas están en su nivel anual más bajo
El Banco de Sangre está en números rojos. Las reservas de sangre se encuentran en su valor más bajo en lo que va de año y es que los donantes también se han ido de vacaciones. Durante el mes de agosto las donaciones de sangre han caído un 30% mientras que la demanda apenas se ha reducido levemente. El descenso veraniego de las donaciones se repite cada año aunque en esta edición los 31.000 donantes que se han registrado se sitúan incluso un 3% por debajo de las que se produjeron el pasado verano.
Con esta importante caída, las reservas del Banco de Sangre y Tejidos de Cataluña solo tienen existencias para cubrir los próximos seis días y, de algunos grupos sanguíneos en concreto, la reserva baja hasta los cuatro. Como las donaciones han bajado mucho pero no se han detenido, este margen se mantiene. El objetivo autoimpuesto por esta institución pública es tener reserva para diez días y así garantizar la demanda ordinaria y tener un margen por si sucede alguna emergencia. “La situación no es alarmante”, según el director asistencial del Banco de Sangre, el doctor Lluís Puig, aunque, sin lugar a dudas, “es un buen momento para ir a donar sangre ya que, además, la actividad programada hospitalaria aumenta a principios de septiembre”.
Durante el mes de agosto, las operaciones programadas de los hospitales se reducen (de manera que no hace falta tanta sangre), pero el resto de actividad hospitalaria se mantiene (trasplantes, enfermos de cáncer…) y además los accidentes aumentan. Pero con la llegada de septiembre, la actividad en los hospitales recupera la normalidad mientras que la reserva de sangre todavía sigue en números rojos.
Enric Contreras, coordinador territorial del Banco de Sangre, celebró que "gracias a estos 36.000 donantes hemos podido garantizar que todos los enfermos y accidentados hayan tenido sangre” pero advirtió que “ahora el reto es aumentar las reservas para asegurar que hay sangre suficiente para este septiembre". Desde el Banco de Sangre empezaron una campaña para conseguir 50.000 donaciones hasta el 11 de septiembre y todavía faltan unas 5.000 para lograr la meta.
Para luchar contra esta situación, el Banco de Sangre intenta adaptarse a los hábitos del verano y, en lugar de ir a buscar sangre a los puestos de trabajo y a las universidades, se desplaza hasta las playas y zonas de veraneo. El horario también varía y la recogida se hace cuando cae el sol. “Si hace mucho calor es difícil que la gente vaya a donar sangre. Lo ideal es un día con nubes pero sin que llegue a llover”, explica Puig.
4.000 superhéroes
En Cataluña hay 200.000 personas que realizan un total de 250.000 donaciones de sangre cada año. Cerca de 4.000 de estos donantes entran en la clasificación de superhéroes (así los llaman coloquialmente dentro del Banco de Sangre) y donan el máximo de sangre que se permite, es decir, cuatro veces al año para los hombres y tres para las mujeres.
El 50% de la sangre que se recoge sirve para cirugías, como accidentes, trasplantes o prótesis y, el resto, principalmente, su utiliza para las personas que necesitan transfusiones, que acostumbran a ser por oncología o hematología (leucemia).
El principal problema de la recogida de sangre es que no se puede almacenar durante mucho tiempo. Los glóbulos rojos ya no sirven a partir de los 42 días de su extracción, mientras que las plaquetas apenas duran 5 días. El plasma, en cambio, se puede congelar y dura tres años.
En Cataluña hay 16 hospitales donde se puede donar, además de los puntos itinerantes. El departamento de Sanidad tiene cuatro autobuses, un tráiler y una docena de unidades móviles que se instalan en los distintos pueblos de Cataluña.
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