El Grupo Parlamentario Catalán: De Miquel Roca al grupo Mixto
Convergència, que llegó a tener 18 diputados, se queda sin voz propia por primera vez desde 1977
Por primera vez en doce legislaturas el catalanismo conservador se queda sin voz propia en el Congreso de los Diputados. Ni las negociaciones en la sombra del jefe de filas de Convergència en la cámara baja, Francesc Homs, ni la voluntad de un sector del PP de restablecer puentes con los nacionalistas catalanes han bastado para que CDC mantenga su grupo diferenciado. El partido de Carles Puigdemont, de Artur Mas, y de oradores tan reconocidos durante años en el Parlamento como Miquel Roca queda relegado al grupo Mixto. Allí compartirá infraestructuras, visibilidad y presupuesto con los diputados de Bildu, Coalición Canaria, UPN y Nueva Canarias.
Con un nombre u otro, Convergència siempre ha tenido grupo propio en el Congreso. El Grupo Parlamentario Catalán de las últimas legislaturas tuvo su origen en 1977, cuando Jordi Pujol se hizo con 11 diputados en las elecciones constituyentes bajo las siglas del Pacte Democràtic de Catalunya. Con once diputados, los catalanes se incorporaron en un grupo compartido con los nacionalistas vascos para formar el llamado Grupo de las Minorías Vasca y Catalana. Desde entonces, y con diferentes intensidades, los nacionalistas catalanes han jugado a fondo sus cartas negociadoras. Incluso en épocas de mayorías absolutas, tanto con Felipe González como con José María Aznar, han influido en la toma de decisiones.
El abogado Miquel Roca fue portavoz del grupo y, en virtud de ello, se convirtió en miembro de la ponencia constitucional, por lo que se le considera uno de los padres de la Constitución. Roca ha sido, junto a Josep Antoni Duran Lleida, uno de los políticos nacionalistas más reconocidos por todos los grupos parlamentarios.
Tras la aprobación de la Constitución, en 1979, el Grupo Parlamentario de las Minorías Vasca y Catalana se convirtió en el Grupo de Minoría Catalana. Jordi Pujol fue cabeza de lista y se hizo con ocho diputados. En las elecciones de 1982, y con mayoría absoluta de Felipe González, el grupo pasó a tener 12 diputados encabezado de nuevo por Miquel Roca.
La segunda mayoría absoluta de Felipe González, en 1986, no frenó a Convergència i Unió, que alcanzó los 18 diputados todavía con la denominación de Minoría Catalana. No fue hasta 1989 que el grupo cambió de nombre para pasar a llamarse Grupo Parlamentario Catalán, con diputados de Convergència y de Unió Democràtica. La legislatura vino marcada por el fallecimiento, en plena campaña electoral, del diputado Ramon Trias Fargas. CiU volvió a apuntarse 18 diputados y el partido destaca como logro del momento haber conseguido el cambio de denominación oficial de dos provincias catalanas: Gerona y Lérida pasaron a denominarse Girona y Lleida.
Las elecciones de 1993, en las que el PSOE pierde la mayoría absoluta, Miquel Roca consigue 17 diputados, cuyo peso hará valer para investir presidente a Felipe González. Una de las medidas más controvertidas fue la cesión del 15% del IRPF a las comunidades autónomas. Miquel Roca cedió en 1995 la portavocía a Joaquim Molins. El año siguiente, el PP ganó las elecciones pero necesitó el apoyo de los nacionalistas para gobernar. Con el grupo catalán liderado por Molins y con 16 diputados, se negoció el Pacto del Majestic que convirtió a Aznar en presidente del Gobierno. Molins no acabó la legislatura y en 1999 cedió la portavocía a Josep López de Lerma para dedicarse a la política municipal en Barcelona.
En 2000 el grupo parlamentario Catalán pasa a estar capitaneado por Xavier Trias coincidiendo con la primera mayoría absoluta del PP. Con 15 diputados Trias intentó seguir manteniendo cierta influencia en asuntos como la financiación autonómica.
Las elecciones de 2004 implicaron el primer gran varapalo para los intereses de CiU en el Congreso. El auge de ERC dejó a CiU con solo 10 diputados, que vieron como los republicanos les adelantaron como socios prioritarios del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Josep Antoni Duran Lleida, ya por entonces un veterano diputado, cogió las riendas del grupo parlamentario. No lo dejó hasta el pasado diciembre, después de la ruptura de la federación CiU , cuando ya no pudo repetir como candidato.
No fueron pocas las ocasiones en las que Duran se quejaba del poco caso que le hacían en sus intervenciones, pese a ser el tercer grupo de la cámara. Cuando le tocaba hablar, tras socialistas y populares, la cámara solía quedar medio vacía .A partir de ahora el jefe de filas convergente, Francesc Homs, todavía lo tendrá más difícil para hacerse oír: Tendrá que compartir su tiempo de intervención con independentistas vascos y nacionalistas canarios.
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