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Juicio a dos mujeres que ofrecían un trabajo en el Sergas a cambio de dinero

La fiscalía pide seis años de cárcel para ellas por hacerse pasar por altas directivas sanitarias de la Xunta y estafar 52.000 euros a siete personas

La Audiencia Provincial de A Coruña juzgará el próximo lunes a dos mujeres que se hacían pasar por altos cargos de la Xunta de Galicia, acusadas de engañar a siete persona a los que estafaron con cantidades que suman 52.500 euros, a cambio de conseguirles un trabajo en el Servizo Galego de Saúde (Sergas). El Ministerio Público solicita seis años de prisión y una multa sustitutiva de cárcel para cada una de ellas, además de reintegrar el dinero recibido por sus víctimas.

Las acusadas M.C.F.T., con antecedentes penales por estafa, y M.C.R.F., habían sido en el pasado trabajadoras del Sergas. De mutuo acuerdo y en base a un plan preconcebido en compañía de un hombre que no ha podido ser identificado en la investigación judicial, llevaron a cabo las estafas entre finales de 2010 y principios de 2012 .

La primera de ellas, haciéndose pasar por alta directiva y la otra como supuesta secretaria del Sergas, se ganaron la confianza de varias personas de la localidad de Ordes (A Coruña) en sus sucesivas visitas a la cafetería del área de descanso de la AP-9 de Ameixeira. En estos encuentros comenzaron a ejecutar su plan con las primeras tres víctimas: L.S.M, M.V..I, y R.V.B., según relata el fiscal en su escrito de acusación.

“Las acusadas, con ánimo de lucro y transmitiendo falsamente la idea de una inexistente influencia en la contratación de personal para el Sergas, hicieron creer a los perjudicados que podían conseguirles de forma directa un puesto en esta Administración sanitaria si previamente les abonaban determinadas cantidades de dinero”, señala la acusación. El plan de la estafa se completaba con unos cursos de informática que los supuestos candidatos al puesto tenían que realizar en el modo que las acusadas determinaban y para ello tenían que facilitarles documentación personal como DNI, currículo o resumen de la vida laboral.

En las sucesivas reuniones que mantuvieron las presuntas estafadoras con sus víctimas en la citada área de servicio se fueron incorporando otras cuatro personas, M.A.V.B., J.A.N.R., F.V.G.y D.V.S. que también fueron engañadas mediante loa mismos métodos. En un momento dado, cuando las acusadas les habían convencido de que iban a conseguir un contrato laboral en la Xunta, le exigieron a todos para que les adelantasen una importante suma de dinero en concepto de anticipo hasta hacerse con un total de 52.500 euros.

En el caso de M.A.V., este les entregó 6.000 euros en dos pagos y otros 750 más por el curso de informática, y otro llegó a adelantar 9.000 euros, también en dos cuotas. Ambos recibieron un recibieron un papel con la firma de una de las acusadas y fechado el 17 enero de 2011. Unas semanas después, los padres de M.V., entregaron 15.000 euros en tres pagos, además del importe del curso de informática. Idéntica cantidad abonó L.S.M. y los restantes estafados en entregas sucesivas.

Pero a lo largo del año 2011, surgieron los problemas para las acusadas, que acabaron denunciadas en un juzgado de Ordes.. “Habida cuenta de que el tiempo transcurría y las supuestas contrataciones no se producían, ante las amenazas de denunciar los hechos por los perjudicados, las acusadas devolvieron 2.000 euros a R.V. y 6.000 a M.V.”, relata el fiscal.

Para profundizar en el engaño, entre enero y marzo de 2012, una de las acusadas envía por correo electrónico a los perjudicados idénticas notificaciones con un cuadro resumen de las cantidades abonadas por ellos y la fecha en la que cada uno supuestamente procedería a firmar los contratos con el Sergas, “gracias a su mediación”.

En ese documento confeccionado por las acusadas se aprecia una firma de imposible identificación con un sello falsificado (Personal Contratado Sergas), “con la intención de dar mayor verosimilitud a sus actuaciones”, subraya el fiscal. Pero el Sergas y la Xunta han acreditado que no se corresponde con ninguno de los que son utilizados en el papeleo oficial ni tampoco por ninguno de los sindicatos con representación en el ámbito sanitario ni ningún otro origen oficial o reconocido públicamente a efectos laborales, de contratación o representativos de la sanidad pública gallega.

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