“Cambiar a los ‘manteros’ de sitio no es la solución”

Maria Assumpció Vilà (Barcelona, 1944) fue reelegida como Síndica de Greuges (defensora del pueblo) de Barcelona el 1 de julio. Tiene formación en secretariado y gestión de empresa y ha participado en entidades de lucha contra el cáncer. Es su segundo mandato tras superar un proceso piloto de elección on line con escasa participación y que ganó por unos cien votos. El pleno municipal la aupó con todos los apoyos excepto la abstención de los tres concejales de la CUP.

Pregunta. ¿Qué cree que debería mejorar de su gestión?

Respuesta. La divulgación de la entidad, está clarísimo. Estamos confeccionando un nuevo reglamento porque hemos entrado en la carta municipal. Debemos trabajar en dar solidez a la institución para que no se discuta lo que proponemos, aunque nuestras decisiones no sean vinculantes.

P. ¿Pediría que lo fuesen?

R. No. Para eso están los jueces. Pero sí esperamos un retorno de esas reclamaciones.

P. ¿Se siente escuchada por el Ayuntamiento?

R. Sí. Otra cosa es que hayan hecho caso de todas las recomendaciones que hacemos.

P. En Cataluña, cada nivel de administración tiene un síndic. ¿Se pueden solapar?

R. No, los síndics locales tenemos la gran ventaja de la proximidad. Las competencias están claras. Nosotros supervisamos el Ayuntamiento de Barcelona. Una administración tan grande necesita un control potente.

P. ¿Qué opina de la retribución de su cargo? [Igual que el de un edil: unos 82.000 euros al año].

R. Cuando me escogieron nunca pregunté cuánto cobraría. Cada Ayuntamiento decide el salario de su síndic. En Barcelona, es de nivel de regidora y a partir de aquí no hablo de cantidades.

P. La mayoría de sus expedientes son por los problemas del turismo. ¿Le gusta el plan de Colau de enviar hoteles a la periferia?

R. Sí, descongestionaría los barrios afectados.

P. ¿Qué le parece que ningún propietario de piso turístico ilegal quiera cederlo para uso social?

R. Me sabe muy mal. Ya cuando salió la propuesta a mí me pareció que sería muy difícil. Es una medida que se debería revisar porque no da resultados.

P. ¿Está de acuerdo con el plan para evitar que los manteros se instalen en Joan de Borbó?

R. Solo una actuación policial no es suficiente porque si los echan de ahí irán a otro sitio. Desde hace dos años decimos que es un fenómeno difícil de arreglar, pero se deben poner de acuerdo todas las administraciones. El Ayuntamiento se puede ocupar de solucionar la ocupación de la vía pública y eso sería fácil de arreglar. El camino es buscar una solución laboral porque esas personas están en una situación irregular y hacen lo que hacen porque no pueden trabajar en otra cosa. Se deben buscar fórmulas, bien por entidades, o por administración para que puedan trabajar legalmente.

P. ¿Qué piensa de la idea de la CUP de que los manteros hagan tareas de pesca o sastrería?

R. Me parece bien. Hay que regularizar la situación personal y laboral de estas personas. Cambiarlos de sitio no es la solución.

P. ¿Qué se debería hacer con el Banco Expropiado de Gràcia?

R. Es un tema privado. El edificio es una propiedad privada. Lo primero es que si estas personas están haciendo una tarea social reconocida es ofrecerles un local, como ya se ha hecho. Pero si no quieren, deberán llegar a un acuerdo y que las otras entidades se acojan. Lo que reclaman no es la disponibilidad de un sitio. Es una reivindicación contra la especulación exagerada que ha habido en Gràcia. Ante esto, el Ayuntamiento lo que puede hacer es dar licencias solo depende a qué locales y para qué.

P. ¿Cree que es incompatible la reivindicación que ellos hacen con encontrar una solución dentro de los marcos legales?

R. Bueno, pero hay que seguir negociando y ver la manera de poder realizar sus ideales de una manera o de otra. Me gustaría que se llegue a un acuerdo.

P. ¿Cree que la síndica podría mediar más en el CIE? El Ayuntamiento tiene un convenio con el colegio de abogados para la asistencia jurídica.

R. Partimos de la base de que el CIE no se debería abrir eso sería una segunda parte. Nosotros no tenemos competencias y no podemos intervenir pero sí podemos tener una opinión y la hemos dado.

P. ¿Cuál diría que es el principal problema para los barceloneses?

R. La pobreza, sin duda. Lo que pasa es que si nos paseamos por determinados sitios de la ciudad parece que todo va bien y no es así. Sigue habiendo una precariedad económica alarmante. Hay un sector de la ciudad que estaba en la clase media y que ha caído en la pobreza de manera escandalosa.

P. ¿Qué puede hacer su institución ante esto?

R. Pues seguir haciendo lo que hacemos, que es escuchar a las personas que están en esta situación y vigilar que el Ayuntamiento evite que se llegue a este punto.