El estado de las cloacas
Para sustituir a De Alfonso, se ha propuesto a su mano derecha, la directora adjunta Maite Masià, militante convergente que aparece en la trama de las ITV
La luz es lo que separa a la Oficina Antifraude del Parlament de Catalunya, concretamente el histórico edificio de la Central Catalana de Electricidad, una mole de hierro y ladrillo en medio del camino que comunica a ambas instituciones. En el pleno de este miércoles todos los grupos han votado en favor de la destitución del director de dicha oficina, menos el Partido Popular, que se ha opuesto. ¿Por qué ha hecho eso? Santi Rodríguez, el portavoz de los populares, ha subido al atril, ha inclinado la cabeza para mostrar su pelo blanco cortado a cepillo y ha sostenido que lo verdaderamente escandaloso es que se grabe ilegalmente una conversación en el despacho del ministro del Interior. Todos esta mañana se sentían víctimas de las cloacas del Estado, las cuales, por lo visto y lo oído, parecen encontrarse en muy buen estado.
Fue el president convergente Artur Mas quien hace cinco años, a instancias de sus socios de Unió, propuso al magistrado conservador Daniel de Alfonso para el cargo de director de la OAC, tras fallecer de un infarto su predecesor. La propuesta salió adelante con el apoyo del PSC y del PP. Ahora ya no están ni Mas, ni Unió y ha caído De Alfonso. En su intervención de esta mañana, el portavoz socialista Ferran Pedret, asumiendo una responsabilidad tanto in eligendo como in vigilando, lo ha dicho en latín porque con Astérix las penas son ménix, ha sugerido además que este debate debiera tener “un punto de acto de contrición”, que es la oración, si mal no recuerda este cronista de sus tiernos años de catecismo y harmonium, que acaba con el propósito de “cumplir la penitencia que me fuere impuesta”. Sin embargo, de esto, de exigir responsabilidades a quienes pusieron a De Alfonso en su cargo, nada se ha dicho en toda la sesión. Quizá la CUP, a través de su diputado Benet Salellas ha sido quien más se ha acercado cuando ha pronunciado el viejo lema de los Watchmen: “¿quién vigila a los vigilantes?”, es decir, el quis custodiet ipsos custodes? del satírico Juvenal. Pero las cloacas, como el Dr. Manhattan, se confunden con un universo cuántico donde el tiempo y el espacio son inescrutables. Durante su parlamento, Salellas ha tildado de naïf la propuesta de llevar el caso a la fiscalía y ha pedido directamente la intervención policial de los Mossos, como un señor de orden.
Al igual que Jano, el dios de las puertas romanas, Junts Pel Sí es un mito bifronte, es decir que tiene dos caras, custodiando cada una un lado de la puerta. Esta vez le ha tocado a Marta Rovira, el rostro republicano, condenar el juego sucio de De Alfonso, quedando así la cara convergente en la otra parte del dintel. La parlamentaria ha afirmado que hay que devolver la Oficina Antifraude a los ciudadanos, y que para ello el único camino es “hacer un país justo y limpio”. En el turno previo de preguntas al President, Puigdemont le había respondido algo parecido a su compañero de partido Jordi Turull: “nos conviene, cuanto antes mejor, cambiar de Estado, pero sobre todo nos conviene cambiar de época”, cosa esta última físicamente muy compleja a no ser que se convierta uno en el Dr. Manhattan. Y mientras el hasta ahora director de Antifraude era destituido, el otro protagonista del escandaloso y sucio asunto, el ministro de Interior Jorge Fernández Díaz, acaba de ganar las elecciones generales con su popular partido creciendo encima más de medio millón de votos. Para sustituir a De Alfonso, se ha propuesto a su mano derecha, la directora adjunta Maite Masià, militante convergente que aparece en la trama de las ITV donde también está implicado Oriol Pujol. Ya lo dice el refrán: todos los caminos llevan a Roma si se pasa la ITV.
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