El órgano pagado por la Fundación Arpegio no tiene quien lo toque
Esperanza Aguirre decidió en una visita al pueblo que la Iglesia del siglo XVI merecía un órgano
El órgano de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en el pueblo de Meco costó 266.000 euros que financió la Fundación Arpegio, creada por Francisco Granados y que está siendo investigada por el juez Eloy Velasco. Encaramado en la planta superior del templo y ajeno a la popularidad que le ha otorgado su valedor, el instrumento espera paciente al maestro que lo toque. Desde hace dos años, la Comunidad de Madrid ha dejado de programar conciertos en verano en la Iglesia y la parroquia no tiene organista.
La Iglesia de Nuestra Señora de La Asunción (siglo XVI) de Meco, declarada Bien de Interés Cultural, estrenó órgano en diciembre de 2009. Una "muchacha" se encargaba de tocarlo en las festividades hasta que se mudó de pueblo, relata el párroco Andrés Alumbreros. De los conciertos que organizaba la Comunidad de Madrid los veranos, no se sabe nada desde hace ya dos años. Ahora, de vez en cuando, músicos que conocen su existencia se sientan ante el teclado, “como el viernes pasado que vino una coreana”, relata el párroco. Su sonido también se escucha en alguna boda cuando los novios contratan a un organista, pero poco más. “Es una pena porque se deteriora más por el desuso que por su utilización”, comenta. El afinado anual sale por unos 800 euros.
El párroco cuenta que la idea de su construcción partió de Esperanza Aguirre cuando visitó el pueblo en diciembre de 2006 para inaugurar una biblioteca pública. Antes de abandonar Meco, la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid visitó el espectacular templo que está declarado Monumento Histórico Artístico. “Esta Iglesia se merece un órgano”, recuerdan el párroco y el alcalde Pedro Luis Sanz (PP) que comentó Aguirre. Dicho y hecho.
Se habló de que los organistas se formaran en la Escuela de Música municipal, a modo de cantera. No se logró. El regidor explica que “no ha sido una cuestión de dinero”, porque el pueblo cuenta con superávit, sino de demanda. “No hemos recibido solicitudes dirigidas a ese aprendizaje y así no se puede contratar a un profesor”, aclara. Además, en su opinión, no se dan las condiciones adecuadas, porque el órgano se encuentra en la Iglesia. El párroco estaba dispuesto a dejar la llave a los alumnos para que practicaran. “En compensación podrían haber ofrecido algún concierto”, dice.
El alcalde señala que el Ayuntamiento no tuvo nada que ver en las gestiones que condujeron a la construcción del órgano. “Echamos una mano, pero ya al final para acondicionar el espacio donde se iba a ubicar”, explica.
En la última sesión de la Comisión de Investigación de la Corrupción que tuvo lugar la semana pasada en la Asamblea de Madrid, compareció Carmen Plata, exdirectora gerente de la Fundación Arpegio. A las preguntas de los parlamentarios sobre el órgano, Plata explicó cómo se había realizado la contratación. La Consejería de Cultura puso en contacto a la Fundación con el jefe de mantenimiento del órgano de la Catedral. Este les comunicó que solo existían dos empresas que pudieran acometer el encargo, una de Cataluña y otra de Castilla y León. Ambas les enviaron un presupuesto, que la Fundación remitió a una empresa especialista "que no nos cobró" también por sugerencia de la Catedral. Esa firma fue la que decidió que oferta era la más adecuada.
Los diputados de la oposición (PSOE, Podemos y Ciudadanos) consideran la financiación de este instrumento musical como un ejemplo de la gestión poco clara que se llevó a cabo en la Fundación Arpegio donde se gastaron 10 millones de dinero público.
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