El fiasco de las cuentas de Colau congela el pacto con Collboni

La imposibilidad de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de conseguir apoyos para aprobar la modificación presupuestaria de 275 millones de euros le obligó ayer a aplazar el pleno extraordinario antes de perderlo. Un duro revés político que más allá del rosario de críticas que el gobierno tuvo que escuchar por su incapacidad de lograr consenso, tiene otra consecuencia inmediata: congela el pacto de Gobierno con el PSC. El anuncio del acuerdo con Jaume Collboni tenía fecha: estaba previsto anunciarlo mañana miércoles. Justo entre el pleno extraordinario y el ordinario, previsto para el viernes. Los socialistas habían fijado incluso el sábado 7 de mayo para celebrar la consulta entre la militancia para avalar el pacto.

“Primero, el presupuesto. Vamos pantalla a pantalla”, confirmó ayer el líder de los socialistas en el Ayuntamiento al ser preguntado sobre la entrada al gobierno de Colau. Collboni, que ha exigido tener una tenencia de alcaldía para tener visibilidad en el ejecutivo de Barcelona en comú, ostentará la de Cultura. Una carpeta que cuenta con una comisionada, Berta Sureda, pero no con regidor. Hasta ahora, la responsabilidad política del área recae en Jaume Asens, tercer teniente de alcalde de Derechos de Ciudadanía, Particpación y Transparencia.

Los socialistas, que cuentan con tres regidores además de Collboni, tendrán responsabilidades en cuestiones de promoción económica y en la macro tenencia de alcaldía de Urbanismo, Ecología y Movilidad que dirige Janet Sanz. Aquí tendrá encaje Daniel Mòdol, arquitecto. El gobierno de Colau cederá además tres distritos: Sant Andreu, Sarrià-Sant Gervasi y el Eixample, los que ahora capitanean los tenientes de alcalde Laia Ortiz y Gerardo Pisarello y el concejal Agustí Colom.

Ayer Collboni calificó de “mala noticia” el fisasco de las cuentas y lamentó que Colau “no pueda ser coherente con los electores y luchar contra las desigualdades”. Collboni apeló la búsqueda de un consenso en el “espacio central” del plenario antes de recordar que él facilitó con una abstención las últimas cuentas del ex alcalde Xavier Trias (CiU). El socialista pidió al gobierno municipal “esfuerzo de diálogo y humildad” y advirtió a la CUP que “los ciudadanos no entenderán ni perdonarán a quien coloca palos en las ruedas”.

Tras la suspensión del pleno, el portavoz del Gobierno, Gerardo Pisarello, pidió a“responsabilidad y celeridad” para cerrar un acuerdo con la CUP antes del pleno ordinario del viernes. La portavoz de la formación asamblearia, María José Lecha, advirtió de que una semana da poco margen de decisión teniendo en cuenta el asamblearismo y los ritmos de su partido. Con todo, Lecha celebró “un cambio de actitud, más receptiva", de Pisarello en la reunión mantenida ayer. Hoy volverán a verse.