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Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Un pianista para el recuerdo

Stanley Clarke llegó a Girona con su nuevo cuarteto, una formación poco habitual con dos teclados, bajo y batería

Gracias a que en Girona el concepto Black Music parece no tener fronteras, en la noche del viernes el Auditorio de la ciudad acogió un deslumbrante concierto de jazz contemporáneo a cargo de una de las luminarias del bajo eléctrico y del contrabajo actuales: Stanley Clarke.

Una magnífica entrada en la sala grande y un público caluroso y entregado fueron el mejor espaldarazo para un festival que este año ha llegado con solvencia a su decimoquinta edición. Stanley Clarke llegó a Girona con su nuevo cuarteto, una formación poco habitual con dos teclados, bajo y batería. Grupo formado, además, por músicos muy jóvenes (20, 21 y 30 años), es decir que a sus 64 años, Clarke podría ser ya el abuelo de alguno de ellos. Una diferencia de edad que apenas se notó en una propuesta que combinó con habilidad el virtuosismo instrumental del líder con una música profunda y terriblemente atemporal cargada de lirismo y alternando las fases de calma con auténticas tempestades sonoras. Mejor la calma que la tempestad porque en ellas sobró algo del excesivo impulso del batería.

BLACK MUSIC FESTIVAL

Stanley Clarke Band.

Auditori de Girona, 11 de marzo.

Clarke recurrió a alguno de sus clásicos, ofreció un emotivo recuerdo a Charles MIngus y utilizó tanto el contrabajo como el bajo eléctrico mostrando con ambos esas habilidades que le han llevado a la cima de ambos instrumentos. Largos solos, largos en minutaje pero en absoluto pesados o redundantes, puntuaron un concierto tan sobrio como motivador de entusiasmo.

La sorpresa de la velada fue el mas joven de los acompañantes, el pianista georgiano Beka Gochiashvili, un nombre difícil de pronunciar pero que es necesario retener en la memoria porque oiremos hablar mucho y bien de él en un futuro inmediato, seguro. En Girona derrochó técnica pianística y encadenó solos de una madurez y profundidad increíbles perfectamente equilibrados con la propuesta rítmica de la banda. Un verdadero prodigio.

 

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