Un portal a la ‘umbraesfera’
El dramaturgo frecuenta iglesias en ruinas, puentes, subterráneos y se confiesa fascinado por la conocida como ‘plaza de la Luna’
1. Plaza de la Luna. Es un sitio extraño que posee una vibración mágica y singular, donde me han sucedido las cosas más insólitas. Tal vez la explicación sea esa placa en el suelo que dice que allí hay un portal a la umbraesfera, la conexión entre todas las sombras, la oscuridad y las penumbras de este planeta que llamamos Tierra.
2. Teatro Bellas Artes. Ahí estrené La escuela de la desobediencia, en el 2011, y ahí llegará a Madrid, después de estrenarse en Alcalá de Henares y pasar por España, mi nueva obra, El pequeño poni, que dirige Luis Luque y tiene como telón de fondo el tema del bullying en la escuela. Será a finales de verano (Marqués de Casa Riera, 2).
Contra el ‘bullying’
Paco Bezerra (Almería, 1978), premio Nacional de Literatura Dramática, acaba de estrenar en Alcalá de Henares El pequeño poni, con el trasfondo del bullying escolar. Dirige Luis Luque y actúan María Adánez y Roberto Enríquez.
3. Biblioteca de la Escuela Pías. La más bonita de Madrid: está dentro de una iglesia en ruinas rehabilitada. Es el lugar donde encuentro la concentración para escribir. Me gusta que tenga luces cálidas y no fluorescentes que me hacen sentir como una gallina ponedora (Sombrerete, 15).
4. El Callejón del Gato. Ya lo visité con el instituto, cuando aún vivía en Almería, y se me quedó grabado. Es muy teatral: sale en Luces de Bohemia y ahí, en los espejos curvos, Valle Inclán vio la tragedia de España transformada en esperpento. Y, además, sirve de atajo entre Sol y el teatro Español.
5. La Biotika. Es el restaurante macrobiótico más antiguo de Madrid y creo que al que más he ido, porque mi primera casa, en 1997, estaba al lado. Yo no soy vegetariano porque como pescado, pero casi he desterrado la carne. Tienen menús vegetarianos, veganos y macrobióticos, me gusta el pastel de algarrobas, un fruto desprestigiado como comida de pobres y que sabe como a chocolate (Amor de Dios, 3).
6. La Juan Gallery. Mi amigo Juan tiene esta pionera galería de performance y arte vivo. Ahí hice mi primera exposición como no-artista, mostrando mis dibujos. Un coleccionista de Texas me llegó a ofrecer 3.000 euros por todos ellos, pero preferí conservarlos. Además, soy dramaturgo, no dibujante (Juanelo, 21).
7. Bar San Román. Aquí Vicente, almeriense como yo, pone a Azúcar Moreno, María Jiménez, pero sobre todo a Bambino, que me encanta. Y además la música la pone en la tele. Llevo yendo 20 años a tomar cerveza en vaso de tubo. La fórmula no cambia (Puerta Cerrada, 7).
8. Puente de Segovia. Representaba el Madrid romántico, aparece mucho en la literatura como el sitio desde donde se tiraba la gente. Las mamparas antisuicidio representan que el mundo ha cambiado y me parecen antiestéticas, ridículas y una falta de respeto. No puedes evitar que alguien se suicide...
9. El submundo chino. Llamo así al restaurante chino que hay en el subterráneo de plaza de España, donde además hay un supermercado y una agencia de viajes china. Ahí descubrí la comida china tradicional.
10. Corredera Baja de San Pablo. Ahí tuve mi última casa, y no paraba de ver a gente cachas que venía de los gimnasios de la zona. Parecía que regalaban los músculos. Ahora me acogen amigos porque busco una habitación para vivir. Si alguien sabe de algo, que me contacte en Facebook.
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