Un plan para salvar el ‘Johnny’
La Fundación San Juan Evangelista presentó ayer un proyecto para reabrir el colegio mayor
“Mi primera imagen de Madrid son las puertas del teatro del San Juan Evangelista a punto de venirse abajo”, recuerda en un texto Albert Boadella, director artístico de los Teatros del Canal. El episodio ocurrió hace más de 40 años. Una multitud ansiosa de ver una obra de la compañía del dramaturgo empujaba las puertas para entrar en el colegio, conocido como El Johnny. Se trata de un recuerdo lleno de nostalgia, ya que el espacio sigue cerrado desde julio de 2014. Para cambiar esa situación, la Fundación San Juan Evangelista divulgó ayer un proyecto para reabrir el mítico colegio mayor, algo que sería posible solo después de la rehabilitación completa del lugar.
Llamada El San Juan del siglo XXI, la iniciativa tiene como objetivo principal la inmediata reapertura del colegio. Después de la renovación necesaria, el lugar funcionaría otra vez como institución académica, pero también como una especie de centro cultural. La fundación prevé la creación de un centro de debates; un corral de comedias o un cineclub; un club de música, algo que ha sido un emblema del colegio; y un centro de tecnologías y foro de emprendedores. Además, el Johnny del futuro sería una residencia para profesores universitarios. Todo eso también con la intención de que vuelva a ser uno de los colegios mayores más baratos.
Una estimación del coste de las reformas necesarias para reabrir el instituto cifra el proyecto en poco más de siete millones de euros. Según José Joaquín Caerols, presidente de la Fundación San Juan Evangelista, la propuesta es completamente viable y ya fue presentada a los grupos políticos presentes en el Ayuntamiento de Madrid y en la Asamblea, así como a la Consejería de Educación. La institución afirma que el apoyo al proyecto es unánime, pero antes de todo necesita ser aprobado por la Universidad Complutense, la propietaria del terreno.
“Somos conscientes de que hay muchos problemas e incertidumbres que penden sobre el colegio”, afirma Caerols, en referencia a los procesos judiciales existentes que rodean el Johnny, principalmente entre la universidad y Unicaja, antigua gestora del instituto. Además, hay cuestiones de carácter económico. Los representantes del San Juan Evangelista afirman que hay reformas estructurales que la concesionaria debería de haber hecho cuando todavía gestionaba el espacio. Otras reparaciones también se hicieron imprescindibles después de un año de ocupación ilegal del edificio, que terminó en la madrugada del 18 de noviembre de 2015.
“La Complutense es quien tiene que abrir el abanico de posibilidades para ver de qué manera se gestiona el colegio”, señala el vicepresidente de la fundación, Juan Cuesta. El portavoz observa que el futuro del San Juan depende de la universidad. El plan tiene en cuenta que las entidades responsables del espacio disponen de fondos para la rehabilitación, sin la necesidad de recurrir a préstamos. Sin embargo, el proyecto prevé la constitución de un grupo de donantes para ayudar al regreso de la institución académica y cultural.
Los representantes de la fundación afirman que en la iniciativa hay una mirada al pasado, pero no en el sentido nostálgico y resignado, si no activo e inquieto. Sin embargo, dejan claro: “Es nuestro deber señalar que una solución de sesgo mercantilista significaría el fin definitivo del San Juan Evangelista”, asevera Caerols.
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