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Emilio Calderón gana el Stella Maris con un “oculto” Aleixandre

'La memoria de un hombre está en sus besos' aporta documentación inédita sobre la vida íntima del que fuera premio Nobel de Literatura en 1977

En su casa madrileña recibía a Pablo Neruda y Miguel Hernández y la convirtieron en suya, y al anfitrión en referente y oráculo, la mayor parte de sus colegas de la Generación del 27, influjo que, saltando el abismo de la Guerra Civil, prolongó con los poetas de los años 50 y 70. Y en 1977, recibió el Nobel de Literatura. Pero a pesar de un currículo así, sobre el poeta Vicente Aleixandre pesa, 31 años después de su muerte, una especie de olvido o silencio incómodo, tanto en lo biográfico como en lo más material, como demuestra que esa famosa casa, en la calle Velintonia, 3, “está en ruinas, sin protección alguna y a la venta por cinco millones de euros”. Lo denunciaba ayer en Barcelona el escritor Emilio Calderón, que quiere paliar esa sensación de un Aleixandre “oculto e ignorado” con La memoria de un hombre está en sus besos, la que apunta ser una de las biografías más exhaustivas hasta la fecha del autor de Espadas como labios y que le ha servido para ganar los 10.000 euros del segundo premio Stella Maris de Biografías y Memorias.

“Ha aflorado un hombre que tenía el amor y la amistad por encima de su obra poética y que llevó con discreción pero asumida su condición de bisexual; lo que ocurre es que ha tenido toda su vida y tras su muerte una guardia pretoriana que ha ocultado la vida y la sexualidad de un personaje creyendo que le hacían un favor y que, porque estuvo siempre enfermo como resultado d ela tuberculosis, no vivió la vida que quiso vivir”, apunta el autor. Calderón (Málaga, 1960) hilvana interpretaciones y datos con agilidad fruto de su experiencia literaria, que le reportó el Fernando Lara de novela en 2008 o le dejó finalista del Planeta el año siguiente.

El que sería el primer texto de Aleixandre del que se tiene constancia, su petición para el examen de ingreso en el bachillerato, su intento frustrado de partir hacia el exilio en 1938 y la decisión, a la postre quizá forzada, de quedarse y sufrir lo que llamó el “exilio interior”, el proyecto de su soñada Velintonia, correspondencia con el pintor Gregorio Prieto o con el poeta Carlos Bousoño y su testamento son algunos de los documentos inéditos que ha hallado Calderón, que ha trabajado en especial la figura del también poeta Andrés Acero, amante de Aleixandre, y que se suicidó en su exilio en México.

Calderón no ha podido consultar el archivo y la biblioteca personal de Aleixandre, en manos de los herederos de Bousoño, que si bien obtuvieron legalmente esa tenencia tras un pleito no pueden hacer uso de la propiedad intelectual del mismo, que sí es de los herederos de Aleixandre. Ello ha dificultado la venta de toda esa documentación, fijada también en cinco millones de euros.

La entrega del galardón en un acto con más de 200 invitados significó la puesta de largo de Stella Maris, sello barcelonés creado hace apenas dos años por el empresario Pepe Ríos, fallecido la semana pasada. Pero quería dejar huella: en 2014, la editorial publicó 15 títulos, este año sacará 88 y para 2017 subirá la dotación del premio hasta los 25.000 euros.

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