“No nos hemos enterado de que hemos vendido el primer premio”
La suerte del sorteo de la lotería del Niño cae en Lleida, Barcelona, Badalona y Sant Vicenç de Castellet
El número 22.654, agraciado con el primer premio en el Sorteo Extraordinario de El Niño, ha sido el gran protagonista de este miércoles de reyes en Cataluña. Poco después de las 12.15 del mediodía se conocía que esta era la combinación ganadora del primer premio, dotado de 2.000.000 de euros por serie. Cada uno de los afortunados con un boleto tiene un pequeño tesoro valorado en 200.000 euros. Lleida ha sido el lugar donde el sorteo ha dejado más dinero. La administración de loterías número 12 de Lleida, bautizada como Lo Xut y situada en el número 122 del paseo de Ronda ha repartido un total de 10 millones de euros entre sus clientes tras vender cinco series del primer premio.
Pepita Mir y su esposo hace cuatro años que adquirieron el negocio. “Esta mañana estábamos expectantes siguiendo el sorteo desde casa”, asegura ilusionada este mediodía la propietaria de la administración. “Ha salido el primer premio pero no nos hemos enterado que lo habíamos vendido”, ha ironizado Pepita. Según ha contado, el 22.654 no es un número habitual en esta administración. “El teléfono ha comenzado a sonar sin parar”, ha dicho emocionada la lotera. El matrimonio, que no pensaba trabajar hoy, se ha trasladado desde Benavent de Segrià hasta la administración para abrir la persiana del negocio, donde se han visto rodeados de micrófonos y cámaras.
A su llegada, una marabunta de medios de comunicación esperaba a Pepita y su marido en la puerta. “Es el primer premio grande que hemos repartido aunque hace poco dimos más de 52.000 euros en una primitiva”, ha dicho emocionada Mir. Pocos minutos después de conocerse el premio, no se había acercado a la administración ninguno de los afortunados. Aún así, Mir ha dicho que ha sido un “premio muy repartido ya que todos los décimos se han vendido por ventanilla”.
El primer premio del sorteo ha llegado también a Barcelona y al área metropolitana. La administración de lotería de la plaza de Urquinaona, situada en el corazón de la capital catalana ha sido uno de los puntos en los que se ha repartido la buena suerte. En ella esta mañana se podía ver a Pedro Fortuño, su propietario, y a su familia. Todos ellos salían felices de un coche mal aparcado, dispuestos a bañar con cava la entrada de la administración de lotería número 97. El responsable de local, su mujer y sus dos hijas habían estado sentados en el vehículo escuchando la radio con atención. “El año pasado dimos dos quintos del sorteo de Navidad, que salieron muy temprano. Me enteré de la noticia cuando había salido a comprar algo. Tuve que coger un taxi”, explica Fortuño. Así que este año la familia se arregló y se acercó al establecimiento por si acaso, para que El Niño no les pillara desprevenidos.
“Cuando dijeron el primer premio, mi marido se puso a gritar ‘Este es nuestro’”, cuenta divertida su mujer. Fortuño no recuerda si fueron dos o tres las series que vendió del 22.654 y no lo puede ver en el ordenador porque, al ser festivo, tenía todo cerrado y apagado dentro del local. “Pero es un número que tenemos fijo desde hace un par de años”, asegura. Su administración, abierta desde 1919, es una de las que más premios reparte en la ciudad. Fortuño la lleva desde 1987 y recuerda con cariño el primer gran premio que dio: “Fue también el del Niño, en 1989. Recuerdo mi primer gordo perfectamente: el 29.731”.
Fortuño no ha sido el único que ha repartido premios este miércoles. A unos kilómetros, en Badalona, la administración de lotería de la calle Àngel Guimerà también ha sido otro de los epicentros de felicidad esta mañana de reyes. El humilde barrio de Santo Cristo de Badalona no ha escatimado en botellas de cava. Los loteros José y Paqui, "vecinos de toda la vida del barrio" y regentes de la administración número 21 de la ciudad, han repartido una serie del primer premio de la lotería del niño, es decir, 2 millones de euros. Manuela Moreno ha sido la primera vecina agraciada que ha corrido a celebrarlo con sus loteros. "¡Me llamó Paqui para decírmelo!. Yo que siempre me quejaba de que no me tocaba", explicaba entre llantos y risas nerviosas. Hace tres años que jugaba el mismo número. "No tengo ni idea de que haré con el dinero. Ayudaré a mis hijos y para mi marido y para mí, para irnos de viaje por ahí...", aseguraba.
El premio pilló por sorpresa a todo el vecindario, incluso a los propios loteros, poco acostumbrados a repartir tanta suerte de golpe. De hecho, cuando se enteraron, tuvieron que correr a comprar unas botellas de cava a la pastelería de enfrente porque ni se les había pasado por la cabeza guardar alguna en su local por si acaso. "De premios grandes, sólo repartimos un poco del tercer premio del niño en 2011. Y repartir toda la serie en el barrio es muy bonito", confesaba Paqui a las puertas de su administración. José, por su parte, demasiado ocupado en bañar en cava al centenar de vecinos que se acercaron a celebrar con ellos, admitía que, pese a que ni él ni su mujer compraron ningún décimo premiado, se conformaba "con la alegría de repartirlo". Y tanto que repartieron, incluso un afortunado vecino llegó a comprar dos décimos con la combinación ganadora. Los besos y abrazos con sabor a cava se cruzaban con las palabras reivindicativas de muchos vecinos. "Dos millones, Paqui! para el barrio que tenemos, ya nos viene bien", apuntaba una vecina. 'Salud a nuestros loteros!", gritaba otra eufórica.
La pequeña localidad de Sant Vicenç de Castellet también ha sido agraciada con el gordo del Sorteo Extraordinario de 'El niño'.
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