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El arzobispo de Santiago llama a “practicar justicia con los impuestos”

La catedral abre la Puerta Santa en el ecuador de la larga travesía entre dos años Xacobeos y Feijóo augura un "récord" de peregrinos

El arzobispo de Santiago abre la Puerta Santa.
El arzobispo de Santiago abre la Puerta Santa.ÓSCAR CORRAL

Con llave, y no con el tradicional triple golpe de martillo de los años santos compostelanos, ha abierto esta tarde el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, la Puerta Santa de la catedral. El Jubileo Extraordinario de la Misericordia ha quedado inaugurado una semana después que en San Pedro rompiendo por la mitad la larga travesía, 11 años, que parecía abrirse para la Iglesia en Compostela y los negocios de hostelería al concluir 2010. En el ecuador entre dos Xacobeos, la Puerta, de nuevo franca, vuelve a brindar la indulgencia a todo creyente que la cruce. Aunque durante la ceremonia de apertura -bien pertrechada de medidas de seguridad, agentes y perros policía- se ha podido comprobar, por la discreta cantidad de público, que la expectación no era tanta como en los años santos, uno de los políticos asistentes al acto religioso, el presidente de la Xunta, ha lanzado las campanas al vuelo y augurado que, con este acontecimiento sobrevenido, 2016 batirá un "récord" de peregrinos, "superando incluso años jacobeos".

Cuando todavía resuena el debate a causa de determinadas exenciones fiscales que disfruta la Iglesia, el arzobispo ha reivindicado la "justicia en la recaudación". En presencia de Núñez Feijóo, pero también de los ministros Ana Pastor (Fomento) e Íñigo Méndez de Vigo (Educación, Cultura y Deporte), Julián Barrio, jefe de la Iglesia gallega, ha llamado en su homilía a "compartir solidariamente", a "practicar la justicia en la recaudación de impuestos" y a ser "moderados en el ejercicio del poder". "Una sociedad", ha dicho en el fragmento pronunciado en gallego, "no puede ser humana sin misericordia, fuente inspiradora de justicia social". El comentario venía al hilo de su última carta pastoral, en la que invitaba a "todas las entidades financieras y comerciales" a costear un día de actividad de alguna institución benéfica.

"Mirando superficialmente nuestro mundo, no está como para alegrarnos", ha clamado Barrio. "Nuestra sociedad afronta mil problemas: economía de la exclusión, idolatría del dinero, inequidad que genera violencia, pesimismo estéril, mundanidad espiritual, guerras, contaminación y cambio climático, deterioro y degradación social, injusticias...", ha enumerado antes de pedir el "compromiso moral y social", "la caridad y la justicia" como ineludibles "consecuencias concretas" del "amor fraterno".

Un agente vigila en las inmediaciones de la catedral de Santiago durante la ceremonia de apertura de la Puerta Santa.
Un agente vigila en las inmediaciones de la catedral de Santiago durante la ceremonia de apertura de la Puerta Santa.ÓSCAR CORRAL

La repercusión económica es uno de los elementos en juego con este jubileo extraordinario convocado por el papa Francisco y al que se han adherido otras catedrales de España y Galicia, como la de Lugo. Al acabar 2010, los hosteleros de Santiago y las localidades que atraviesan los Caminos se las prometían muy infelices, pero las rutas jacobeas burlaron la crisis económica y la cifra de peregrinos no ha cesado de crecer en el tiempo transcurrido, cuando falta otra mitad hasta el próximo Año Santo, 2021, en que vuelve a caer en domingo el día del Apóstol. Según las cifras que se vio empujada a facilitar la Iglesia después de que trascendiesen las estratosféricas cantidades económicas robadas por el ladrón del Códice durante años sin que nadie lo denunciase, en los Xacobeos la recaudación de los cepillos de la basílica aumentaba considerablemente (2.228.938 euros de media en Año Santo frente a los 1.465.420 de los ejercicios ordinarios, se dijo entonces).

Pero el cabildo no se cansa de insistir en que, debido al "efecto inducido de la catedral", su aportación a la economía gallega "ronda en torno a un 30% del PIB turístico" de la comunidad. Según otra de las cuentas que blande el templo, que por primera vez registró superávit el año pasado desde 2010, "de cada 60 euros que gasta de media un turista en Santiago, en la catedral deja solo 0'53". Pese a esto, muchos hosteleros calculan que la bendición económica del Año Extraordinario de la Misericordia no se empezará a notar en la capital de Galicia, al menos, hasta Semana Santa.

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