Las entidades contra el VIH protestan por separado por la inacción de Salud
La Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona despliegan los tapices del Día Mundial contra el Sida entre pitidos del colectivo gay
Una sonora pitada ha enturbiado esta mañana el tradicional despliegue de tapices del Día Mundial contra el sida en los balcones del Ayuntamiento y el Palau de la Generalitat. Los silbatos los soplaban desde la Plaza Sant Jaume miembros del colectivo Gais contra el VIH, que este año renunció a participar en el acto institucional junto a los dirigentes políticos y el Comité 1 de Desembre, la plataforma que aglutina a la mayoría de entidades de la lucha contra el VIH. El cisma entre las dos grandes plataformas de afectados por el VIH ha quedado patente con el boicot de Gais contra el VIH al acto oficial pero, pese a las diferencias entre las entidades, ambos grupos coincidieron en destacar la "falta de voluntad política" para combatir la epidemia de sida. La inacción del Departamento de Salud en la puesta en marcha de un plan de acción estratégico ha sido el eje sobre el que han girado las reivindicaciones de los afectados este año.
La inacción de Salud en la puesta en marcha de un plan de acción estratégico ha sido el eje sobre el que han girado las reivindicaciones de los afectados este año.
La plataforma Gais contra el VIH ya avisó de que no quería compartir balcón con los mismos representantes institucionales que fueron "incapaces" en estos años de poner en marcha medidas eficaces para frenar la enfermedad. Así, como acto de protesta por la "autocomplacencia" de la Generalitat, las entidades de la plataforma (las ONG Afírma't y Projecte dels NOMS- Hispanosida) se han plantado en la plaza Sant Jaume, silbato en mano, durante el despliegue de los tapices en las balconadas institucionales. "El condón no puede ser la única estrategia porque no es suficiente y el plan de acción para combatir el VIH sigue pendiente", han denunciado los manifestantes.
Ante el alboroto que se había montado a los pies de las sedes gubernamentales, la alcaldesa Ada Colau y la comisionada de Salud, Gemma Tarafa, se han apurado a bajar a la calle para hablar con los concentrados. "Tenemos las herramientas para combatir la epidemia. Es cuestión de voluntad política", les ha explicado Ferran Pujol, director del centro comunitario BCN Checkpoint, la entidad que detecta el 40% de todas las infecciones de VIH que se registran en Cataluña entre el colectivo homosexual.
El colectivo Gais contra el VIH ha pedido que las políticas vayan especialmente dirigidas a grupos vulnerables como los hombres que tienen sexo con hombres (HSH), donde la incidencia es mucho mayor. De hecho, el 64% de los nuevos casos de VIH detectados en Cataluña corresponden a (HSH). En concreto, en Barcelona, BCN Checkpoint asegura que el 82% de los nuevos afectados son homosexuales. "De cada 10.000 catalanes gais, 250 acaban con VIH", asegura Pujol. El colectivo ha exigido que se implemente la realización de pruebas de detección precoz de forma más asidua y que se ponga en marcha un ensayo clínico para comenzar a administrar el tratamiento de profilaxis preexposición (PrEP) —consiste en dar antirretrovirales a personas en grupos vulnerables antes, durante y después de tener relaciones sexuales de riesgo—. Esta terapia, recientemente aprobada en Francia, todavía no tiene el aval de la Agencia Española del Medicamento.
El colectivo gay ha pedido que se ponga en marcha un ensayo clínico para comenzar a administrar la PrEP
Tras la movilización de Gais contra el VIH, el Comité 1 de Desembre ha podido retomar, con un poco de retraso, la agenda de actos prevista. Dentro del Palau de la Generalitat, la presidenta del colectivo, Montse Pineda, ha exigido a Salud "que cumplan sus compromisos y marquen unas líneas rojas que se han de aprobar". La portavoz del Comité también ha dejado patente el agotamiento de las entidades ante las promesas incumplidas de la Generalitat y la falta de acciones efectivas para frenar la epidemia. Sobre la PrEP, el Comité ha defendido su despliegue pero la ha englobado dentro de un plan integral más amplio de acción. "Es una buena herramienta pero todavía queda mucho trabajo conjunto por hacer con el consenso de responsables políticos, sociedades científicas y la comunidad para saber quién tendrá acceso, quién hará el seguimiento clínico o cómo se pagará", ha indicado Pineda.
En cuanto al controvertido plan de acción estratégico, que ha provocado los desencuentros entre los actores sociales, el Departamento de Salud ha tirado balones fuera y se ha limitado a pedir consenso a las entidades. Pineda, por su parte, ha afeado la actitud de la Generalitat y ha explicado que el Comité desechó el último borrador porque "era insuficiente" y tenía "errores que ya contemplaban planes anteriores". Asimismo, ha exigido un plan de acción que signifique "una herramienta real y consensuada que contemple una estrategia conjunta y asumida por todos los departamentos de la Generalitat".
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