El Ayuntamiento cuestiona la seguridad de los comercios de metro
Los establecimientos carecen de las licencias oficiales de apertura
La imagen de usuarios del metro que paran a tomar un café o a comprar algún objeto en los comercios diseminados en las estaciones de la red es algo común en el suburbano. Los son menos, sin embargo, la condiciones en la que operan estos establecimientos. Faltos de licencias de actividad comercial, el nivel de seguridad de sus trabajadores “cuestiona de lleno el cumplimiento de la legislación de Prevención de Riesgos Laborales”, según un informe elaborado por el Ayuntamiento de Madrid y remitido a la Comunidad, al que ha tenido acceso EL PAÍS.
La Secretaría General Técnica del Ayuntamiento elaboró el documento a petición de la Consejería de Transporte del Gobierno regional, que el pasado 24 de abril público en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid un decreto con el que pretendía uniformar la disciplina de las licencias de estos establecimientos.
El informe destaca que “de cuantas actividades e infraestructuras hay en Madrid, el metro es el más sensible y vulnerable bajo el punto de vista de la seguridad”. Por este motivo, “introducir de forma masiva en una extensa malla de túneles diseñada por y para el transporte masivo de pasajeros” establecimientos como los que ya están presentes en muchas estaciones “implica incorporar grandes riesgos a una infraestructura no diseñada por asumirlos” y convertir la red del suburbano “y a sus pasajeros en extremadamente vulnerables”.
Los técnicos del Consistorio subrayan también la legislación contra incendios “no permite expresamente la ubicación de las configuraciones bajo rasante”, ya que supone “una notable reducción de la seguridad de los usuarios de estos locales”, e insisten en que “el Metro de Madrid es muy rígido para poder transformarse en espacio de ocio, comercial, etc., con suficiente garantías de seguridad. Los riesgos derivados de la infraestructura de transporte son inherentes a la misma y no se pueden suprimir, en cambio los usos asociados y sus riesgos son completamente prescindibles de la red Metropolitana”.
Por todo estos motivos, se lee en el documento, se produce un gran salto entre el nivel de seguridad de los trabajadores de los establecimientos en el metro respecto al que se exige a tiendas del mismo tipo que pero se hallen en edificios a pie de calle. Un salto que “cuestiona de lleno el cumplimento de la Legislación de Prevención de Riesgo Laborales”.
Fuentes de la Consejería de Transporte explican que desde el 30 de septiembre “se han estado analizando y contestando todas las alegaciones recibidas”, y que ahora la norma tendrá que ser remitida a la Abogacía de la Comunidad de Madrid. Estas fuentes estiman que en un mes el consejero firmará la norma.
Los sindicatos denuncian que los establecimientos que actualmente funcionan en la red del suburbano padecen los graves problemas descritos en el informe del Ayuntamiento. “Las condiciones de seguridad y de higiene en esas tiendas, que no tienen licencia de actividad económica, están en entredicho. Hemos solicitado a Metro la documentación de las inspecciones de la cochera de Canillejas, donde hay un bar, porque teníamos constancia de un problema con la potabilidad del agua. No hemos recibido respuesta”, asegura Teo Piñuelas, secretario general de la sección sindical de UGT en Metro.
El pasado 10 de agosto el sindicato también pidió al Área de Desarrollo sostenible del Ayuntamiento que le remitiese una copia de la licencia de actividad comercial de los locales que operan en la red de Metro. El Área contestó, en un documento al que ha tenido acceso EL PAÍS, que “consultado el sistema informático de este Área de Gobierno, no se ha localizado ningún expediente de licencias de locales de Metro de Madrid”. El documento subraya pero que el otorgamiento de licencias de actividad de establecimientos comerciales corresponde a la junta de distrito “donde su ubique el citado local, desde el año 19802. Los delegados, pues, solicitaron la documentación el pasado 15 de septiembre a los distritos de Centro, Chamartín, Latina, Moncloa, Arganzuela y Carabanchel. Les contestaron solo los primeros dos, e indicaron que la competencia para otorgar licencias corresponde al Área de Desarrollo Sostenible.
“Las instituciones del Ayuntamiento se van pasando la pelota y la Comunidad ha dejado de actuar, pero mientras tantos los establecimientos del metro se quedan sin licencia comercial, compiten de manera desleal con los locales fuera de la red del suburbano y no respetan las condiciones de seguridad, salubridad e higiene. Solo un ejemplo: este verano hubo días en los que la temperatura en algunas estaciones alcanzó los 36 grados. ¿Cómo podría afectar la conservación de los alimentos en los bares del metro? Es un riesgo también para los usuarios”, remacha Piñuelas.
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