La Generalitat anula la venta de la sede de Empresa a una firma israelí
La sociedad había planeado levantar viviendas de lujo y comercios en la Torre Muñoz
La Generalitat se ha quedado sin comprador para las sedes de Empresa y Empleo en el paseo de Gràcia y la calle de Sepúlveda. El Ejecutivo catalán se negó a finales de septiembre a dar una segunda prórroga a la firma de origen israelí Nadlan BCN para que abonara el importe de los dos edificios, que ascendía a 63,5 millones de euros. De estos, las arcas públicas habían cobrado el 25%. La Administración se quedará con esa cantidad y se reserva la posibilidad de reclamar daños y perjuicios e impedir que la sociedad obtenga contratos de la Generalitat en el futuro. La empresa había planeado levantar pisos de lujo y locales comerciales en el edificio del paseo de Gràcia, para lo que requería de un cambio de usos del Ayuntamiento.
El Consell Executiu aprobó el pasado mes de junio la venta de dos inmuebles que ahora ocupa el Departamento de Empresa y Empleo. La firma de origen israelí Nadlan BCN se hacía con la Torre Muñoz, sede de Empresa, por 41,6 millones de euros, y la de Empleo, en la calle de Sepúlveda, por 21,9 millones. A cambio, la Generalitat firmaba dos contratos de alquiler: uno de tres años por 1,34 millones de euros anuales en la sede de Empleo y otro de 1,5 millones de euros para 20 años en el paseo de Gràcia. Aun así, las dependencias de todo ese departamento deben trasladarse al edificio de la Zona Franca que albergará las áreas económicas de la Administración catalana a partir de 2019.
La firma no abonó esa cantidad de golpe, sino que abonó una señal de 15,9 millones de euros, el 25% del importe total. El 25 de julio la empresa debía aportar el monto restante y los gastos de subasta, lo cual ascendía a 47,7 millones de euros. Sin embargo, la Generalitat le concedió una prórroga que expiraba el pasado 1 de octubre. La empresa tampoco entonces abonó el importe y solicitó otra prórroga hasta el 1 de diciembre. La Generalitat desestimó esa petición y decidió dejar sin efecto el acuerdo de Gobierno por el que se desprendió de ambos inmuebles.
El Ejecutivo catalán no descarta reclamar a la empresa daños y perjuicios. Además, estudiará prohibir a la empresa trabajar para la Administración catalana. Fuentes del Departamento de Economía explicaron que la Generalitat todavía tiene algo de tiempo para adjudicar el inmueble a otra empresa, en concreto, hasta el 18 de noviembre. A partir de esa fecha debería abrir otro proceso, aunque la consejería que dirige Andreu Mas-Colell probablemente dejará esa decisión al próximo gobierno.
Fuentes del mercado aseguraron que la operación que había planeado Nadlan BCN era muy compleja. Estas fuentes, que conocían la operación, explican que la firma pretendía levantar viviendas de lujo y abrir un espacio comercial en la Torre Muñoz (que fue propiedad de la familia Muñoz Ramonet) cuando lo abandonara el Departamento de Empresa. No en vano, la torre está ubicada en la avenida barcelonesa más codiciada por inmobiliarias y fondos de inversión. Sin embargo, el uso actual del inmueble es de equipamiento, por lo que su transformación hubiera requerido de una modificación del Plan General Metropolitano. Ese trámite requiere obtener luz verde del Ayuntamiento y la Generalitat.
Falta de financiación
Esos cambios están sujetos a justificaciones y compensaciones muy claras, sobre todo cuando el edificio está en el Catálogo de Patrimonio Arquitectónico. De hecho, el Tribunal Supremo ya tumbó en 2012 la recalificación del solar en el que estaba la Clínica Quirón de equipamientos a residencial porque juzgó que esa operación carecía de interés general. Las mismas fuentes indican que esa complejidad ha dificultado que Nadlan BCN hallara financiación para el proyecto.
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