120 alumnos estudian en un instituto a medio construir en Las Rozas
Otros 150 jóvenes están desplazados a otro centro de secundaria de la localidad
Los 120 alumnos del instituto público José García Nieto, en Las Rozas, comparten patio con casetas de obra y pista de baloncesto con palés apilados y rollos de malla metálica. Cuatro unidades de 2º de la ESO estudian en un edificio a medio construir, en el que lo único terminado son sus clases. No tienen biblioteca, gimnasio o laboratorio. “Solo cuentan con lo mínimo imprescindible”, asegura la presidenta del AMPA, Marta Ferrero. Otros 150 jóvenes están desplazados al instituto de Rozas I porque las nuevas aulas no estaban preparadas.
La construcción del José García Nieto se hace por fases, según la necesidad de escolarización, con el objetivo de que no haya ninguna aula vacía, cuentan miembros del AMPA. Esta licitación fragmentada provoca que hasta que la obra de los tres edificios previstos finalice no podrán contar con las zonas comunes. “Nuestro problema es que hay más de 100 niños de 12 años en estas condiciones”, exclama Pedro José, miembro del AMPA, mientras señala a través de la valla el edificio donde estudia su hijo. Un inmueble divido en dos partes: una con persianas azules donde los alumnos dan clase y otra con los tabiques a ladrillo descubierto.
Los padres están en contra de esta política de construcción por partes, pero dicen haberla admitido ya. “El problema añadido ahora son los plazos, que nunca se cumplen”, cuenta Ferrero, “la primera fase del edificio tenía que haber estado terminada en septiembre de 2014, pero concluyó muchos meses más tarde”. Los 120 jóvenes que ahora estudian entre andamios, tenían que haber entrado al instituto el año anterior, pero como no estaban preparadas las infraestructuras mínimas pasaron el curso desplazados en el instituto Rozas I. La Consejería de Educación aclara que ellos no se habían comprometido a un plazo de entrega del instituto. “No ha habido ningún retraso. El García Nieto se constituyó jurídicamente pero hasta que se concluyera la construcción, sus alumnos estuvieron escolarizados en otro centro, como es lo habitual”, explican fuentes de la consejería.
Nuevos alumnos sin aulas para septiembre
Este año debían entrar 150 nuevos alumnos para 1º de la ESO. Las cinco aulas nuevas no estaban preparadas para el inicio del curso, así que estos jóvenes están en el Rozas I. “El inconveniente de este año es que en el García Nieto hay alumnos también, así que la mitad del claustro debe desplazarse casi diariamente para dar clase en los dos institutos”, cuentan los miembros del AMPA. La distancia de ambos centros es de alrededor de 20 minutos en coche.
La versión de la Consejería de Educación difiere de la de los padres, ya que señalan que las nuevas aulas no están terminadas porque el AMPA solicitó a finales de mayo la construcción de seis unidades en vez de cuatro. “Les avisamos de que esa petición iba a ocasionar una modificación del calendario de obras, que se alargarían. El AMPA aceptó”, dicen fuentes de la consejería. “Esa información es falsa, incorrecta y malintencionada”, contesta la presidenta del AMPA, “nosotros no tenemos capacidad para decidir el número de aulas. La Dirección Territorial –dependiente de Educación— decidió en marzo que hacían falta cinco aulas porque había muchas solicitudes de escolarización. Nosotros el 27 de marzo elevamos una queja a la Consejería de Educación porque Infraestructuras solo había planificado la construcción de cuatro aulas”.
Incumplimiento de plazos
Así, desde el AMPA aclaran que no se trata de un problema con la empresa constructora, sino con la Dirección General de Infraestucturas que licitó la segunda fase del primer edificio el 20 de marzo. “Había un plazo de dos meses para que las empresas presentarán sus ofertas, más seis destinados a la construcción. No dan las cuentas, ¿cómo iba a estar todo preparado para el 1 de septiembre?”, se preguntan los padres.
La convivencia con las obras no es considerada como un problema por alumnos y padres, pero sí las consecuencias que puede tener el retraso que se está encadenando. En septiembre de 2016 tienen que entrar las cuatro clases nuevas de 1º de la ESO, más otras cuatro de 1º de bachiller. “Tienen que construir otro edificio entero para el próximo septiembre. La obra dura alrededor de nueve meses. O se ponen mañana para sacar la licitación el 1 de enero o no llegamos”, explica Ferrero preocupada. “Tienen que entrar casi 300 alumnos nuevos, así que ya no vale con la solución provisional con la que estamos ahora. ¿Qué vamos a hacer?”.
El Ayuntamiento de Las Rozas aprobó por unanimidad una moción en la que instaban a la Comunidad a completar las obras cuanto antes. Por su parte, la portavoz de educación del grupo parlamentario de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid, María Teresa de la Iglesia, también hizo una llamada de atención en el pleno para que los presupuestos de 2016 contemplen la partida para la construcción de este centro.
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