Fresco y crudo

Es sabido que en Madrid se encuentra pescado de calidad marítima. De ahí que no sorprenda encontrarse un restaurante especializado en pescados, mariscos y demás productos del mar, en plena plaza de Oriente. La Lonja del Mar (Plaza de Oriente, 6) esconde dos locales: el Raw Bar, abajo, y el restaurante, arriba.

Al cruzar la puerta de la planta de abajo, parece que estemos en una pescadería de un mercado de diseño. Plagadas de hielo, en sus bandejas aparecen vieiras, carabineros o gambas blancas de Huelva... Elementos que forman la esencia del Raw Bar. Tras un paseo mirando el fresquísimo material, se realiza la selección. Los cocineros se ponen a emplatar y llevan los ahumados, el ceviche o el marisco, o bien a una de la mesas transparentes o a su barra. El interior, entre marinero y futurista, es el trabajo de la cuidada intervención del arquitecto Ignacio García Vinuesa. Además del marisco y los pescados crudos, otro de los puntos fuertes del Raw Bar (donde por unos 25 euros se sale comido) son sus cócteles; una propuesta que transita desde las combinaciones clásicas hasta curiosos brebajes ideados por ellos mismos. Para satisfacer a sibaritas modernos cuentan con un par de variedades de champán para acompañar la comida.

Subiendo las escaleras, pero sin perder de vista al Palacio de Oriente, aparece La Lonja propiamente dicha; el restaurante del establecimiento (45 euros por persona). Al pasar hacia la cuidada sala se puede echar un vistazo a la cocina —abierta y donde cocina el chef José Luis Martínez— para descubrir una maravillosa parrilla japonesa. Alargada, en su lecho esconde carbones en diferente grado de combustión que aportan más o menos calor, y con siete pisos, en ella cocinan desde los pescados salvajes que ofrecen en su carta hasta algunas de las carnes. Los golosos pueden pedir un postre; todos son caseros.