Cataluña prohíbe los animales salvajes en los circos

No habrá espectáculos de circo con actuaciones de animales salvajes en Cataluña. El Parlament aprobó este miércoles la modificación de la Ley de Protección de los Animales para incluir su prohibición. El cambio salió adelante con los votos en contra del Partido Popular y Ciutadans, que vieron cómo sus enmiendas eran rechazadas. El texto legal ya incluía el veto al “uso de animales en espectáculos que les puedan ocasionar sufrimiento o puedan ser objeto de burla o tratamientos antinaturales”. Con este añadido, se aumenta la protección animal en Cataluña como ocurrió en otros países europeos como Bélgica, Dinamarca, Portugal o Suecia. En Barcelona, una ordenanza municipal de 2003 ya prohibía esta utilización.

La modificación tiene el objetivo de “prohibir el uso de animales cuya conducta se ve más modificada en los espectáculos”, explicó el relator de la ley, el republicano Oriol Amorós, en referencia a las especies salvajes. El pleno aprobó una moratoria de dos años para que entre en vigor dicha ley y así ayudar a que el sector empresarial se pueda adaptar. Durante ese tiempo, un observatorio de nueva creación con expertos, miembros del mundo del circo y entidades en defensa de los animales trabajará para evaluar “el uso de animales en circos y determinar si cabe prohibir el uso de alguna otra especie por motivos de bienestar animal”.

Entre los argumentos a favor, el socialista Jordi Terrades incidió en que ha que acostumbrarse “a defender que las especies animales estén en su entorno”. Amorós recurrió a debates éticos y alegó que “no prohibir la crueldad sí que sería una actitud nefasta”. Isabel Vallet, en nombre de la CUP, recordó que “la sociedad ha de erradicar cualquier tipo de violencia o crueldad animal”. La izquierda anticapitalista hizo hincapié en que algunos espectáculos se libran de la prohibición por quedar catalogados como “tradición”, en referencia a celebraciones como los correbous. Marta Pascual, de CiU, felicitó a la Comisión por haber conseguido “un texto que respeta los derechos de los animales y que pone en valor el mundo del circo”. Desde el grupo de ICV-EUiA, Hortènsia Grau emplazó al pleno que se configure después del 27-S a "tener en cuenta las conclusiones del observatorio".

Ciutadans y el grupo popular no suscribieron la nueva ley. Matías Alonso, diputado de C’s, defendió que su formación votó en contra, pero está “a favor de la protección de los animales” y no del “apriorismo ideológico ni el oportunismo político de otros grupos”. “Se ha metido a todo el mundo dentro del mismo saco, rayan la demagogia, y la gente del circo se ha sentido criminalizada de una forma innecesaria”, manifestó Alonso. El diputado popular Rafael Luna lamentó que “no hay informes científicos en las conclusiones de esta ley”. El PP catalán justificó su voto contrario alegando que la ley se aprueba “por intereses electorales”. “Por esta regla de tres habría que decir que cierren los circos, que se acaben las competiciones de saltos de caballo o que desparezca la policía montada de Barcelona”, argumentó Luna.

Esta iniciativa partió de los grupos parlamentarios de CiU, ERC, PSC, ICV-EUiA y la CUP, que recogieron entre sus promesas electorales la petición de la sociedad civil catalana. Se trata de ejercer una protección especial para la fauna salvaje, no se pretende amonestar a los circos. La Comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural, en su propuesta al pleno del Parlament, recoge que “el circo ha devenido en un sector cultural de efervescencia creativa […] que le ha permitido crecer y posicionarse internacionalmente”.

Al finalizar la votación, las asociaciones en defensa de los animales lo celebraron con una foto de grupo en las escaleras del Parlament. El presidente de la asociación animalista Libera, Carlos López, se mostró satisfecho y dijo que con esta modificación “Cataluña da un paso más en la consideración moral que tiene hacia los animales”. Rafa Arencón, coordinador del grupo de trabajo en defensa del circo con animales, lamentó la aprobación de la ley y aseguró que el mundo del circo se encuentra ahora en “una incerteza jurídica total” porque no se sabe qué animales específicamente se consideran salvajes. Arencón reclamó a la Generalitat que elabore una “lista de especies” y que “les permita colaborar en la creación de un reglamento y no solo en observatorios controladores”.