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Mas-Colell admite que BCN World peligra si no llega un gran inversor

El consejero calcula que la compensación a Acciona por ATLL ascendería a 326 millones

Lluís Pellicer
El consejero Andreu Mas-Colell.
El consejero Andreu Mas-Colell. ALBERT GARCIA

El macroproyecto para crear un gran resort turístico con casinos en la Costa Daurada quedó en el aire tras la retirada de su impulsor, el grupo Veremonte, del promotor inmobiliario Enrique Bañuelos. Ayer el consejero de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell advirtió de que no consentirá que el proyecto quede reducido a su mínima expresión. “O hay una inversión muy considerable o no habrá proyecto”, aseguró Mas-Colell. No obstante, el consejero sigue confiando en la llegada de capital interesado en el desarrollo, que lleva asociado la construcción de un complejo de hasta 3.640 viviendas.

Los empresarios de Tarragona expresaron su “inquietud” después de la salida de Veremonte, que fue el promotor del proyecto. Pero atrás queda ya la fotografía en el Palau de la Generalitat con el presidente Artur Mas, con la que Bañuelos escenificó su retorno tras los fiascos de Astroc y sus inversiones en Brasil. De hecho, ayer Mas-Colell incluso dudó de que el proyecto acabe llevando la marca que le dio Bañuelos y recordó que “BCN World” no es la denominación “oficial”. “Ya veremos el nombre final”, remachó.

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A preguntas de la diputada de ICV-EUiA Hortènsia Grau, el consejero defendió que proyecto podía romper el techo de cuatro millones de turistas de la zona y destacó el interés de los grupos Melco, Hard Rock y Peralada. Grau expresó al consejero su temor de que BCN World acabe simplemente en el traslado del casino de Tarragona a los terrenos del Centro Recreativo y Turístico (CRT) de Vila-seca y Salou para beneficiarse de una rebaja fiscal. “Esto no consistirá en cambiar un casinito de aquí para ponerlo en otra parte”, zanjó Mas-Colell.

El consejero compareció ayer en el Parlament para abordar, además, las privatizaciones de Aigües Ter-Llobregat (ATLL) y Tabasa y las tensiones de tesorería que tras las elecciones del 24-M resucitó el entonces portavoz del Ejecutivo, Francesc Homs.

También ICV-EUiA fue especialmente dura al criticar la política de privatizaciones de la Generalitat. El diputado Salvador Milà afeó a Mas-Colell que el banco brasileño BTG Pactual lograra una plusvalía del 125% al venderse su participación en Tabasa solo dos años después de ser adjudicataria de la concesión. Pero el debate se centró en la privatización de ATLL, que ha recibido sucesivos reveses en los tribunales. Mas-Colell explicó que ha recurrido al Supremo la última sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). Esta anuló la adjudicación al considerar que el concurso vulneró “los principios de publicidad, concurrencia e igualdad”.

El titular de Economía insistió en que el proceso “acabará bien”, aunque la Generalitat ya ha realizado cálculos sobre la compensación que debería afrontar en caso de que el Supremo avalara la sentencia del TSJC. Esta ascendería a 326 millones por el retorno de los pagos efectuados (300 millones), obras ya realizadas (entre cuatro y cinco millones) e intereses legales, aunque el consejero afirmó que tiene “bases jurídicas fuertes” para creer que no debería indemnizarse al consorcio liderado por Acciona ni por cánones ni intereses. “Solo hay un escenario en el que deberíamos pagar mucho: cuando la Generalitat rescindiera el contrato unilaterlamente. No lo haremos”, afirmó Mas-Colell, quien sostuvo que el conflicto se debe a “dos empresas [Acciona y Agbar] que se están disputando el mercado”.

Mas-Colell también se refirió a las “tensiones de tesorería” de mayo. El consejero recordó que el Ejecutivo se halla limitado por los objetivos de déficit impuestos por Bruselas y Madrid —“pase lo que pase tendremos déficit durante unos años”, advirtió— y explicó que esas dificultades se debieron a que el Gobierno no transfirió 2.250 millones para cubrir déficits fiscales en los que se había incurrido. La Generalitat, dijo Mas-Colell, pudo solucionarlo “con pinzas” pidiendo “un anticipo del anticipo” de octubre y noviembre. El consejero avanzó que las tensiones “se mantendrán” hasta que no llegue esa cantidad.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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