Tiene el tesorero algo torticero
Tuvo lugar en el Parlament la segunda entrega de “El tesorero”, la historieta de Mortadelo ambientada en las intrigas del Partido Papilar. Pero en esta ocasión no ha sido en cómic sino a través de videoconferencia. Una pantalla como una viñeta gigante mostraba el busto de Luis Bárcenas a los ilustres diputados, y como si fuera la Dama de Elche se dirigían a él de una forma esotérica, mística. ¿Desde dónde hablaba Bárcenas? Desde algún lugar imaginario. Un fondo blanco de tebeo barato daba neutralidad y también opacidad al lugar desde el que comparecía. Podía ser tanto el despacho de su abogado Maroto como el laboratorio secreto del profesor Bacterio. Empezó con un ligero acento andaluz (quizá porque se encontraba entre íntimos), que enseguida fue corrigiendo para cambiarlo por ese castellano recio de pedirle más consomé al criado. Bárcenas ha sido delante de la comisión una presencia en diferido, una cabeza parlante que venía para no decir nada, y de tal modo a cada pregunta repetía que se acogía a su derecho a no declarar. Pero visto desde el fondo de la Sala de Grupos, parecía la cabeza del Gran Hermano dirigiéndose al populacho. Soltó que en lo relativo a la corrupción no puede aportar nada desde su experiencia y a continuación empezó la rueda de intervenciones de los diputados.
Traje azul y corbata, pañuelo blanco en el bolsillo, las manos sobre una superficie plana con los dedos cruzados. Finalizaba cada frase con una risa como la del Risitas y su cuñado. Pero Bárcenas es el cuñado rico que no hace favores, sólo los cobra. Esto lo ha dejado bien claro esta tarde delante de los diputados con la desenvoltura de quien come jamón serrano. A Santi Rodríguez, el portavoz del grupo popular, le ha recordado que “en último extremo, el administrador es el secretario general del partido”. Y al socialista Jordi Terrades le ha dicho que “Luis es fuerte siempre”. Bárcenas es el cuñado fuerte que no va al gimnasio porque ya se pone cachas en el banco. El portavoz de ICV-EUiA, Joan Mena, le ha reprochado que estuviera ahora haciéndoles una peineta a los diputados y ha acabado citando, no a Julio Romero de Torres que pintó tantas peinetas, sino a Eduardo Galeano. Carlos Carrizosa, portavoz de C's, ha citado a Thomas de Quincey, pero el suyo es un partido que tanto vale para un Thomas de Quincey como para un Tomás de Kempis. Y el presidente de la comisión, David Fernández, ha concluido la sesión con una cita del poeta Juan Gelman. Tras la desconexión, siguieron los diputados discutiéndose entre ellos por alusiones
