1.500 clientes llevan a juicio a Abanca por un “engaño” de Caixa Galicia

Entre 2007 y 2008, con los tipos de interés disparados, la extinta Caixa Galicia colocó a unos 12.000 clientes un producto financiero que, pese a ser bautizado como “hipoteca tranquila”, acabó poniendo de los nervios a buena parte de quienes lo adquirieron. Apenas dos años después, los afectados empezaron a ver cómo el euríbor caía mientras ellos seguían pagando hasta 300 euros más de lo que les corresponderían si no hubieran rubricado aquel contrato. Hoy en A Coruña se ha celebrado el juicio por la demanda colectiva que presentó la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros de España (Adicae) por la presunta venta engañosa de este swap y en la que reclama el reintegro a los 1.500 denunciantes de las cantidades abonadas por el denominado contrato de cobertura de hipoteca además de una indemnización de 3.000 euros por daños morales, lo que supondría un desembolso para Abanca, el banco heredero de las antiguas cajas, de unos 7,5 millones de euros.

Los demandantes aseguran que la “hipoteca tranquila”, que Caixa Galicia comercializó entre nuevos suscriptores de préstamos hipotecarios y entre clientes que vivían asfixiados por unas cuotas que en aquellos años no dejaban de engordar, fue presentada por la entidad financiera como un “seguro” frente al desbocado incremento de los tipos de interés sin alertar a los clientes de cómo les afectaría el cambio de tendencia que se produjo poco después, en 2009. “Este producto no tiene nada que ver con un seguro, en el contrato no había ni tomador ni asegurado”, esgrimió ante el juez José Luis Alonso Sánchez, del departamento de asesoría a clientes, a quien el fiscal recordó que la tipificación de la “hipoteca tranquila” como un seguro consta en la memoria de 2007 de Caixa Galicia y en una guía informativa sobre el producto que, según admitió en la vista Álvaro García Diéguez, director de Diseño de Negocio de la caja gallega, fue utilizado en sesiones formativas del personal que explicaba luego los productos a los clientes.

Los empleados y directivos de Caixa Galicia que hoy han declarado en la vista relataron que la entidad decidió en 2007 ofrecer el producto a todos los clientes con préstamos hipotecarios de interés variable para “facilitar el acceso de las familias al tipo fijo” y ante la “inquietud” en la entidad por posibles impagos. Aseguraron que al ofrecer la “hipoteca tranquila” a una persona se realizaban simulaciones informáticas sobre cómo quedarían sus cuotas tanto si seguían subiendo los tipos como si bajaban. Mientras los demandantes aseguran que esas simulaciones no se les mostraban, el abogado de Adicae insistió en el juicio en que la publicidad de la “hipoteca tranquila” solo aludía “a la protección contra las subidas de interés” y ninguno de los ejemplos que citaban los folletos y cartas que recibieron los usuarios de la caja incluían el supuesto de que el euríbor bajara. “La inquietud de los clientes no eran las bajadas, eran las subidas”, le respondió Alonso, del departamento de asesoría de clientes.

Ante el cambio de tendencia que sufrieron los tipos de interés dos años después de que Caixa Galicia distribuyese este producto, el ministerio público preguntó a los empleados de la caja si la entidad contaba con analistas que estudiasen su posible evolución. “No me consta”, afirmó Alonso. “La entidad no tenía una previsión de los tipos de interés porque son imprevisibles”, añadió el testigo, una rotundidad a la que se adhirió otro de los empleados que participó en el diseño del producto, David Sánchez Monforte. Sánchez Monforte no supo explicar con claridad por qué la hipoteca tranquila solo se podía contratar por cinco años –“nos pareció un plazo razonable”- y, pese a aludir en un momento de su declaración a “ciclos económicos”, negó que ese periodo estuviese relacionado con ningún pronóstico de evolución del euríbor. El fiscal recordó durante el juicio que una de las guías comerciales del producto aportadas a la causa recogía “opiniones de ciertos analistas” que consideraban que “la tendencia alcista [de los tipos] se iba a mantener”. Los demandantes están convencidos de que los responsables de Caixa Galicia, dirigida entonces por José Luis Méndez, tenían información de que el euríbor iba a empezar a caer y que su “hipoteca tranquila” no lo iba a ser tanto.