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El naval hace su contracampaña con una gran movilización en Ferrol

Los sindicatos sacaron a la calle a 6.000 personas para defender los astilleros contra las promesas electorales inconcretas

Al arranque de otra campaña electoral en la que los políticos se descuelgan con promesas de barcos que no siempre llegan, los sindicatos dieron la réplica este mediodía al sacar a la calle a 6.000 personas en defensa de los dos astilleros públicos de la ría. El sector naval, con poco que construir en las gradas y los talleres a medio gas, es el único tractor económico de una comarca en horas bajas que llama la atención en las estadísticas de paro (26%) despoblación y con la mitad de los que buscan trabajo sin recibir subsidio ni prestación ni 4.000 empleos destruidos entre las auxiliares.

Con este dramático telón de fondo, los Comités de Empresa de Ferrol y Fene, los dos astilleros públicos del Gobierno en la ría de Ferrol, convocaron a trabajadores en activo o jubilados, operarios de subcontratas y vecinos a movilizarse junto a ellos por el futuro del naval. Exigieron en la calle carga de trabajo para ocuparlos a todos y dique flotante para abrirse camino en las grandes reparaciones navales, que es el segmento que está resultando más rentable para las arcas de Navantia y da empleo a las auxiliares -casi un millar de personas trabajan en la reparación de una decena de buques-, a falta de grandes naves militares que construir.

La manifestación salió a mediodía del Inferniño y desembocó en la plaza de Armas, al pie del Ayuntamiento ferrolano mezclando las siglas de sindicatos (CIG, CCOO, UGT, MAS o CNT) con las de partidos políticos entre los que se contaban PSdeG, con su secretario general a la cabeza, José Ramón Gómez Besteiro, arropando a la candidata local, Beatriz Sestay, junto a AGE, con Yolanda Díaz (EU) y Antón Sánchez (Anova), además de BNG y Terra Galega.

Se dejaron ver otros regidores de la zona, entre ellos dos del PP, los de Neda y Fene, en un discreto plano, pero ninguna primera figura de la formación popular, que gobierna en Ferrol con mayoría absoluta.

La actriz Isabel Risco fue la encargada de ponerle voz a los lamentos del sector naval. “Ya está bien de mentiras y de promesas electorales”, proclamó Risco, que cargó contra el PP por votar “una cosa aquí y otra en Madrid sin que les tiemble el pulos”.

Desde la escalinata, Risco aplaudió a los manifestantes, la mayoría ya veteranos de muchas protestas, como “ejemplo de resistencia y lucha. “Dignidad absoluta y auténtica”, proclamó, antes de llamar “a la rebeldía con el voto” para desalojar a las instituciones públicas a los que definió como “panda de mafiosos”.

“Navantia es una solución y no un problema, como parece que se está intentando dejar caer”, declaró Ignacio Naveiras, presidente del Comité ferrolano. “Exigimos un debate profundo sobre el futuro de esta compañía, que necesita incorporar gente joven para garantizar su sostenibilidad a medio y largo plazo y volver a los niveles de empleabilidad de la última década”, declaró. “No es imposible, lo que hace falta es voluntad política”, terminó.

Su homólogo en Fene, Jorge Prieto (CCOO) criticó que, pese a que el veto europeo que limitaba las capacidades del astillero expiró el pasado 31 de diciembre, la antigua Astano “no está optando a la construcción civil y, ni siquiera, a proyecto offshore en los que fuimos pioneros” y definió la situación de la plantilla como “crítica”.

Navantia emplea directamente a 2.300 operarios entre los centros de Fene y Ferrol y solía generar el doble de empleos inducidos entre un centenar de subcontratas antes del 2010, cuando se inició la debacle que, según los sindicatos, no frena ni la construcción de un flotel para Pemex ni el encargo de un buque (BAM) para la Armada. Denuncian, además, que las condiciones laborales y salariales tras los muros del astillero retroceden “al siglo pasado” exprimiendo la precaria situación de la gente que lleva muchos meses sin empleo o agotando la prestación.

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