La doble vida del hombre que destruyó a Alfonso Rus
Benavent se despidió pidiendo “fuerza para lo que viene”
El 31 de diciembre de 2014 Marcos Benavent envió un mensaje a su círculo de confianza del PP y la Diputación de Valencia: "Te deseo lo mejor y mucha fuerza para lo que viene". "Entonces pensé que se refería a la campaña electoral, porque todos sabíamos que iba a ser dura. Ahora comprendo que en realidad nos estaba enviando una advertencia de otro tipo", afirma una de las personas que recibió aquel WhatsApp.
El día de Navidad, Benavent había abandonado de hecho la gerencia de la empresa pública Impulso Económico Local Sociedad Anónima (Imelsa). Un cargo al que llegó, como a todo en su carrera política, de la mano de Alfonso Rus, presidente de la Diputación de Valencia, alcalde de Xàtiva y presidente provincial de los populares hasta que su partido lo defenestró el 4 de mayo como consecuencia de las grabaciones efectuadas por el propio Benavent.
Las fuentes consultadas aseguran que en el momento de marcharse Benavent, de 43 años, sabía que la Fiscalía Anticorrupción seguía sus pasos hacía meses. Y que tenía constancia de que las comprometedoras conversaciones con sus compañeros de partido, que había grabado en secreto durante años, incluido a su padrino político contando presuntamente dinero, "habían llegado a manos que no podía controlar".
Cinco meses antes, los archivos habían sido adjuntados por la diputada de Esquerra Unida Rosa Pérez a una denuncia sobre una supuesta red de comisiones ilegales en varias Administraciones valencianas que ahora investiga un juez bajo secreto de sumario. El magistrado aún no ha decidido si las grabaciones son válidas. Benavent "debe tener una doble personalidad muy grande para haber estado grabando a Alfonso [RUS]y a todo el mundo desde 2005 hasta no se sabe cuándo", afirma alguien que trabajó con él.
Benavent, al que describen como un tipo "dicharachero" que "caía bien a todo el mundo", se hizo cargo de la concejalía de fiestas de Xàtiva en 1999, con solo 27 años. Fue nombrado por Rus, alcalde de la capital de la comarca de la Costera desde 1995, cuando los populares ganaron en las elecciones la mayor parte de las instituciones valencianas.
El exgerente de Imelsa, según distintas fuentes, se encuentra o al menos ha estado en los últimos meses en Suramérica y Centroamérica. Este periódico ha intentado sin éxito obtener su versión de lo ocurrido.
En los años de las primeras grabaciones, Benavent conducía un Porsche Cayenne y una moto de alta cilindrada. Después de llegar a la gerencia de Imelsa, afirman las fuentes, creó allí una "especie de oficina de información" que adquiere su significado a la vista de las grabaciones que realizó, aparentemente, "para cubrirse las espaldas". Desde su antiguo círculo laboral sostienen que Benavent "a nivel tecnológico era un cero a la izquierda" y que debió haber alguien que lo "asesorase".
En lo que fue su entorno preocupan no solo posibles consecuencias penales del contenido de las grabaciones, sino también lo que llaman "conversaciones sacadas de contexto". "Uno siempre puede decir cosas, hablar mal de alguien en un momento dado por un calentón. Pensar que eso esté guardado y pueda aparecer es tremendo", cuentan.
Fuentes que lo trataban con asiduidad entonces dicen que a Benavent le cambió "el carácter" hacia 2011, coincidiendo con el movimiento 15-M que ocupó plazas en muchas ciudades españolas. "Cada vez que salía un caso de corrupción, era exagerado". "De [Francisco] Camps y [Rafael] Blasco", expresidente y exconsejero de la Generalitat valenciana respectivamente, ambos con problemas con la justicia, "soltaba sapos y culebras". "Decía que por culpa de ellos nos íbamos a la mierda y le daba la razón al 15-M. Nos daba la paliza literalmente. Empezamos a llamarle el indignado", aseguran las fuentes. Cuando te acuerdas de eso y ves todo lo que hizo y grabó... Piensas que debe tener una doble personalidad muy grande".
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