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elecciones municipales y forales

Bildu desquicia al PNV en Gipuzkoa

La coalición soberanista se siente favorita para repetir en Diputación foral. Egibar teme que un pacto con el PSE-EE le pase factura en las autonómicas

Los candidatos del PP y su presidenta Arantza Quiroga y Borja Semper
Los candidatos del PP y su presidenta Arantza Quiroga y Borja SemperJAVIER HERNÁNDEZ

El PNV contiene el aliento en Gipuzkoa. Su fundada confianza en que recuperará más de dos décadas después la alcaldía de San Sebastián se convierte en un temor latente de que EH Bildu le infrinja otra derrota en el ámbito territorial y le obligue a un arriesgado pacto con el PSE-EE si pretende volver al gobierno foral. La coalición soberanista se ha convertido en una pesadilla política y táctica para los nacionalistas en un territorio de marcado acento identitario donde las elecciones se reducen a un mano a mano entre las dos principales fuerzas vascas. En el arranque de la campaña en EH Bildu sitúan “en siete puntos” su victoria sobre el PNV en Gipuzkoa. “La encuesta del Gobierno nos da cuatro, pero al final van a ser siete”, admite una fuente soberanista temerosa, no obstante, de que el reparto de junteros “no se corresponda con la diferencia de votos” en función de las demarcaciones.

Los soberanistas se sienten “fuertes” y reducen su único temor “al resultado de los socialistas” ante la posibilidad de que el PSE-EE disponga del número de escaños suficientes en las Juntas Generales para propiciar la mayoría absoluta del PNV. “Si no se desploman y aguantan, podrán plantárselo, pero imagino que se lo pensarán dos veces”, admite esta misma fuente. EH Bildu sabe del irrefrenable deseo nacionalista de propiciar un vuelco de poder en la Diputación, adelantado por el propio lehendakari Urkullu, pero conoce también las dudas que maneja el PNV por la evidente repercusión política a corto y medio plazo que supondría un pacto con los nacionalistas para desnaturalizar una victoria abertzale.

Sin la desaparición aún de ETA, Joseba Egibar descartó en 2011 una alternativa a Bildu para que así los abertzales “se cocieran en su propia salsa” durante cuatro años en el poder foral. Pero la coalición soberanista apenas ha acusado el desgaste de la polémica sobre las basuras, el denostado puerta a puerta y la incineradora. Ni siquiera las afrentas a la clase empresarial y sus polémicas tributarias han menguado su hegemonía. Así las cosas, EH Bildu está en disposición de volver a ganar en Gipuzkoa el 24-M “y sin apoyos mediáticos”, advierten. El PNV es incapaz de cuestionar el previsible triunfo independentista, aunque lamenta que “no se puede perder más tiempo con un gobierno que ha desperdiciado cuatro años y ha abierto más frentes sin dar soluciones”. Pero las encuestas le son contrarias. Incluso, en el seno de la dirección nacionalista en Gipuzkoa se teme que no haya acabado la cascada de denuncias sobre el caso Bidegi que tanto incomodan porque comprometen la gestión de sus candidatos de referencia Markel Olano y Eneko Goia. “Es una maniobra electoral”, reiteran hasta la saciedad en el PNV, pero desde EH Bildu auguran que “todavía saldrán más datos sobre irregularidades” en esta área dedicado a las infraestructuras en Gipuzkoa.

El PP no secundará

De momento, estas denuncias ya se han cobrado la primera consecuencia política: el PP no secundará un gobierno con Markel Olano como diputado general. Así las cosas, el PNV solo podría contar con el PSE-EE si necesita descabalgar a EH Bildu. En la coalición soberanista sostienen que “la posición de firmeza del PP ha dado credibilidad a nuestra denuncia”. Los nacionalistas, no obstante, sostienen que los populares “han ido demasiado lejos en su idea de marcar diferencias con el PNV”. Sin el PP para llegar a la mayoría absoluta, los nacionalistas solo cuentan con el PSE-EE. En su seno, hay voces que alertan de la incidencia “negativa” que tendría este acuerdo ante las próximas autonómicas. En EH Bildu lo saben hasta el punto de preguntarse “¿cómo iba a hablar Urkullu de derecho a decidir si tiene un acuerdo con los autonomistas del PSOE”.

Eso sí, en la coalición recuerdan que el candidato socialista a diputado general, Denis Itxaso, “ha vendido muy barato su apoyo” porque “le vale cualquier opción con tal de que no gobierne EH Bildu”. En este escenario, curiosamente nadie se acuerda de Podemos. “Están amortizados y apenas van a tener incidencia”, estiman en medios de la coalición soberanista. “La única duda es cuánto le quitan al PSE-EE para ver los votos que le pueden prestar luego al PNV, pero ahora Podemos mismo es un efecto diluido”, añaden. EH Bildu, consciente de que desquicia al PNV, reconoce que “nos vamos a salvar por nosotros mismos”.

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Sortu aúna voluntades

El cambio en la cabeza de cartel de EH Bildu a la Diputación de Gipuzkoa “no tiene repercusión alguna” en los resultados del 24-M. Así lo aseguran en la coalición soberanista, conscientes de que esta capacidad decisoria en una suerte electoral “solo la tiene Arnaldo Otegi”. De momento, Xabier Olano, actual director de Hacienda, sustituye al diputado general Martin Garitano, candidato ocasional en la anterior legislatura por el fallido intento de Josu Juaristi, actual europarlamentario, que fue primera opción.

A su vez, EH Bildu acude a las próximas elecciones municipales y forales sin las tensiones internas que algunos sectores intuían por la supuesta influencia que Sortu pudiera haber ejercido en la confección de las listas en base a su evidente condición de fuerza mayoritaria. “No se han roto los equilibrios”, reconoció uno de los representantes de las otras fuerzas representadas. “Entonces éramos tres en 2011 y ahora somos cuatro con la presencia de Aralar y se han dado las lógicas compensaciones teniendo en cuenta listas y territorios”, añade esta misma fuente.

Hasta ahora, ninguna de las fuerzas representadas en la coalición soberanista junto a Sortu —EA, Alternatiba y Aralar— han mostrado queja pública alguna sobre el reparto proporcional de sus candidatos. La elevada cuota de representatividad que se presupone en escenarios como Álava y Gipuzkoa, principalmente, eleva las posibilidades para cada uno de los partidos, sin duda muy por encima de la que podrían obtener si acudieran en solitario. "Hay confianza", recuerda un dirigente abertzale tras asistir al acto político de Tolosa "donde se ha visto que estamos fuertes".

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