Trias ultima la creación de un operador eléctrico de capital público
El Ayuntamiento de Barcelona convertirá Tersa en una comercializadora de energía
El Ayuntamiento de Barcelona ultima la creación de un operador eléctrico de capital público que tendrá su embrión en la actual sociedad municipal Tersa. El Gobierno de Xavier Trias ha explicado sus intenciones al resto de grupos políticos y previsiblemente el consejo de administración de la compañía aprobará una modificación de sus estatutos el próximo 18 de este mes de mayo, en plena campaña electoral, para poder asumir sus futuras funciones. “La voluntad de CiU es crear una comercializadora que provea de energía al propio Ayuntamiento”, admitió ayer a este diario el regidor de Medio Ambiente, Joan Puigdollers, quien evitó ofrecer más detalles porque “se está negociando con el resto de grupos municipales”.
La documentación con la que trabaja el Gobierno municipal abre la puerta a que la sociedad tenga mucha más actividad que la comercial, lo que obligará a segmentar en diferentes sociedades cada actividad, tal y como marca la actual regulación energética. Se encargaría, por ejemplo, de la generación eléctrica de las instalaciones municipales (desde las incineradoras de residuos hasta las placas fotovoltaicas que dependen del Ayuntamiento) e incluso de instalaciones propiedad de terceros. El Ayuntamiento de Barcelona será el principal cliente de Tersa, pero no se descarta incluir a otros municipios del Área Metropolitana de Barcelona en una segunda fase de desarrollo. La sociedad, para cubrir la demanda que no puedan generar las instalaciones propias, podrá adquirir a terceros la electricidad necesaria.
El espejo en el que se mira el Ayuntamiento de Barcelona es la Eléctrica de Cádiz, el principal ejemplo de operador público existente hasta ahora en España. En ese caso, no obstante, la compañía suministra también energía a clientes particulares.
Actualmente, las instalaciones municipales producen 190.000 megavatios por hora (MWh) de energía mediante la quema de residuos (una cifra similar a la que consumen los edificios del Ayuntamiento) y otros 2.000 MWh a partir de instalaciones fotovoltaicas, que podrían cubrir una demanda equivalente de la red de semáforos de la ciudad.
El proceso de conversión que requerirá Tersa para asumir sus nuevas funciones no es corto. El calendario previsto por el Ayuntamiento considera que, entre el cambio de estatutos previsto inicialmente para este mes y la sucesión de pasos administrativos que se han de seguir, el operador energético estará en funcionamiento en el plazo de un año y medio. Después, según las conclusiones de un informe encargado por el equipo de Gobierno de Trias, el Consistorio podría ahorrarse entre 1,75 y 2,65 millones de euros gracias a su propia comercializadora (entre un 10% y un 15% del gasto actual, que se gestiona a través de un contrato de tres años) y entre 170.000 y 340.000 euros por la venta de energía de las instalaciones generadoras de electricidad del municipio.
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