Trias: “La plaza dels Països Catalans es una vergüenza”
El alcalde de Barcelona promete a los arquitectos que construirá otros 4.000 alquileres sociales
Enésima conferencia del alcalde de Barcelona, Xavier Trias, en vísperas de la campaña electoral. Si en anteriores ocasiones se dirigió a los periodistas de la ciudad, a los empresarios, a alcaldes soberanistas o a los socios del Círculo Ecuestre, el mediodía de este viernes lo ha hecho en el Colegio de Arquitectos (COAC), ante uno de los colectivos más castigados por la crisis económica. El alcalde ha pronunciado la conferencia que desde comienzos de año adapta a cada audiencia: hoy ha asegurado a los arquitectos que en el próximo mandato comprará 30 solares más para construir pisos de alquiler social, 4.000 más. Y ha celebrado que el año pasado las licencias de obra nueva han aumentado un 70%.
Pero ha sido en el turno de preguntas cuando se ha referido a espacios concretos de la ciudad. Como el puente de Sarajevo, en la entrada norte de la ciudad, sobre la Meridiana, entre la Trinitat Vella y la Trinitat Nova, que el ayuntamiento tiene previsto rehabilitar y del que ha dicho que "da asco". O la plaza de los Països Catalans, que ha reconocido que se encuentra en un estado "lamentable" y que es "una vergüenza", tratándose, como es, de una estación de AVE. Le han preguntado por la plaza Antoni Vilanova, del área de Patrimonio, y le han pedido una "dignificación urgente de un espacio que es un referente".
El alcalde le ha dado la razón, pero ha dejado claro que no es asunto suyo: "Esto corresponde al Estado: y aquí sí que nos cuadramos, que tenga que hacer cosas porque la Generalitat no puede, vale; pero solo me faltaría acabar lo del Estado", ha dicho. "Es lamentable, no conozco ninguna ciudad con AVE que tenga la estación en estas condiciones, no puede ser de ninguna de las maneras, apretaremos al Ministerio". Minutos antes celebraba el buen entendimiento con la ministra Ana Pastor en cuestiones como la reforma del Morrot.
Si quiere pescado barato, vaya al mercado de Ciutat Meridiana"
No ha sido la única respuesta clara de Trias. También lo ha sido cuando una arquitecta le ha reprochado "la expulsión de los vecinos del centro que ha provocado el turismo" o no poder comprar pescado en la Boqueria. El alcalde ha defendido entonces el sector: "Hay gente que no le gusta, pero yo doy gracias a Dios porque Barcelona, en cuyo litoral había fábricas y barracas, se haya convertido en una ciudad turística". "La gente olvida lo que éramos y no pone en valor la transformación", ha reclamado y ha matizado que sí se "apunta a reordenarlo". Explícito ha sido también sobre el precio del mercado más famoso: "Comprar pescado en la Boquería no es caro. El mercado caro es Galvany, acorde con el poder adquisitivo de los vecinos. Si quiere pescado barato, vaya al mercado de Ciutat Meridiana", ha zanjado.
Trias también ha afrontado intervenciones en las que varios arquitectos le han pedido mejoras en la contratación pública para que sea más participativa. "Tenga presente que vivimos de esto", le han llegado a decir.
Sobre pactos postelectorales, sigue mostrándose partidario de pactos de legislatura. A cuatro años. Para que Barcelona tenga un "gobierno fuerte". Pero todo está abierto. "Dependerá del resultado" y de la idea de ciudad que tenga cada uno, no solo urbanísticamente, ha dicho. "Hay gente con la que me siento incómoda cuando hablo de Cataluña y hay otros con los que me siento cómodo. Con una formación que no esté de acuerdo en que sin actividad económica, no habrá bienestar, no pactaré. O con una que crea que se puede avanzar a base de incrementar la deuda y que lo paguen nuestros nietos", ha concluido.
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